jueves, noviembre 30, 2006

Clochard

quiero ser un clochard

No todo hombre puede ser un clochard

Metro de Moscú

Un día en el metro de Moscú (La realidad)

Entre la noche y el día

mi vientre es un laberinto

miércoles, noviembre 29, 2006

je suis déjà ici, viens

el pasadizo

Metro de Moscú

He terminado de recorrer el Metro de Moscú a través de las imágenes que me regalaron. Iba a hablaros sobre él, pero.... ya sabeis que dicen "Una imagen vale más que mil palabras" (aunque sean en inglés o alemán)

Ellos lo explican mejor que yo y os mostraran este monumento al comunismo:




Uhm... han quitado ese video, mientras lo encuentro de nuevo...

martes, noviembre 28, 2006

Recuerdo que una vez tuve un piano

recuerdo a los amigos que me ayudaron a subirlo a casa me dijeron: - ¿No prefieres la flauta? :)

No llores mujer, no llores



No woman no cry
No woman no cry
No woman no cry
Cause I remember when we used to sit
In a government yard in Trenchtown
Observing the hypocrites
Mingle with the good people we meet
Good friends we have, Oh, good friends we have lost
Along the way
In this great future,
You can't forget your past
So dry your tears, I seh
No woman no cry
No woman no cry
Little darling, don't shed no tears
No woman no cry
Said I remember when we use to sit
In the government yard in Trenchtown
And then Georgie would make the fire lights
I seh, log would burnin' through the nights
Then we would cook cornmeal porridge
Of which i'll share with you
My feet is my only carriage
And so i've got to push on thru,
Oh, while i'm gone
Everything 's gonna be alright
Everything 's gonna be alright
No woman no cry
No woman no cry
I seh little darlin'
Don't shed no tears
No woman no cry.

-----------------------------

No mujer, no llores
Porque recuerdo cuando solíamos sentarnos
En el patio del Gobierno en Trenchtown
Observando a los hipócritas
Cómo ellos se mezclarían con la buena gente con la que nos reuníamos
Buenos amigos hemos tenido, oh buenos amigos que hemos perdido a lo largo del camino
En este prometedor futuro no puedes olvidar tu pasado
Así que seca tus lágrimas te digo
No mujer, no llores
No mujer, no llores
Mi pequeña querida, no derrames más lágrimas
No mujer, no llores
Decía, decía, decía que recuerdo cuando solíamos sentarnos
En el patio del Gobierno en Trenchtown
Y entonces Georgie haría la luz del fuego
Leña ardiendo en la noche
Entonces cocinaríamos caldo de harina de maíz
Que compartiría contigo
Mi único transporte son mis pies
Así que tengo que seguir adelante con mis ideaspero mientras no esté...
Todo irá bien
Así que mujer, no llores
No, no mujer, no mujer, no llores
Oh, pequeña querida, no derrames más lágrimas
No mujer, no llores

Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú


Taganskaya

lunes, noviembre 27, 2006

Mis terapias

Die Zauberflöte - La flauta mágica

Johannes Chrysostomus Theophilus Wolfgang Amadeus Mozart (Salzburgo 1756 - Viena 1791)

Overtura



Me duele la cabeza, esto ocurre muy pocas veces en mi vida, por tanto... me resulta infernal y busco a Mozart. Si él me alivia el alma lo hará con mi cráneo tambien, ¿no?

Mozart llegó a dirigir las primeras representaciones de este maravilloso *singspiel, su último estreno, murió recién estrenada la obra...

La ópera, está dividida en dos actos y su libreto es obra de su amigo Emanuel Schikaneder. Se estrenó en el teatrito Theater auf der Wien (hoy An der Wien) de Viena el 30 de septiembre de 1791.

El argumento de esta obra ha sido muy controvertido por su desordenado entramado y su aparente falta de sentido. Parece ser... una apología encubierta de la masonería o sencillamente un cuento de hadas, una ópera bufa.

¡Toda la música es deliciosa!, de una extraordinaria calidad y variedad conformando una de las partituras más admirables de la música europea.

He de decirte que en esta escenografía no han estado muy acertados ya que la historia se desarrolla en el Antiguo Egipto, o algo similar. Bosques, montañas, templos y pasadizos son el entorno en que se desarrolla la trama.

Pero los músicos son muy buenos y el papageno lo hace muy bien, aunque... le faltan los colores y las plumas.

Me gustó mucho la escenografía que compuso La Fura dels Baus, una tramoya compleja y tan limpia, aparentemente, que nos hicieron sus cómplices mostrándose como técnicos, como dioses o mágicos hacedores que movían montañas, y lanzaron con sus grúas teledirigidas a la Reina de la Noche sobre el patio de butacas y se detuvo en el aire frente a mi. Pude verla desgarrarse al emitir la segunda nota más aguda compuesta por Mozart para voz... Su cuello era como el de una tortuga estirada al sol, todos sus huesecillos y cartílagos parecían salirse de la piel. Sus labios tensados hacia atrás, la boca abierta en esa mueca lastimera, la dentadura y sus encías totalmente al aire y sus ojos exclamando junto a su voz... Fue terrible, fantástico, maravilloso.

Ya iré contándote más... no es más que el comienzo, un prólogo, una overtura.

* El singspiel alemán es una pequeña obra de teatro o un tipo de ópera popular. A diferencia de la ópera, las formas musicales son más simples, las arias menos complejas y los recitativos son hablados.

Se trata de un género teatral típicamente alemán. Es parecido a la opéra-comique francesa, a la ballad-opera inglesa y a la zarzuela española.


Overtura

Acto I - Escena 1
parte 1ª
parte 2ª
parte 3ª
parte 4ª


Acto I - Escena 2
Acto I - Escena 3
Acto II - Escena 1
Acto II - Escena 2
Acto II - Escena 3
Acto II - Escena 4
Acto II - Escena 5
Acto II - Escena 6
Acto II - Escena 7
Acto II - Escena 8
Acto II - Escena 9
Acto II - Escena 10

Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú


Semionovskaya

domingo, noviembre 26, 2006

Una sonrisa
























Capricornio

23 diciembre-21 enero



Es un signo de Tierra:
LA MONTAÑA

Su rasgo más evidente:
CREE QUE ES IMPRESCINDIBLE

Su frase favorita:
QUE SERÍA DE TI SIN MÍ

Su lema:
LA VIDA ES BREVE, MENOS MAL QUE ES EMPINADA

Es una cabra y la cabra siempre tira el monte. Si ves que un Capricornio se tira desde un décimo piso, ¡síguele!, que va hacia arriba. Más que en la suerte, cree en el esfuerzo, y eso hace que como padre sea un pelín pesao. Capricornio, para ser feliz, tiene que controlarlo todo, y si no, se pone de los nervios.

Como ese cura Capricornio, que se estaba muriendo, y en agonía le decía a las monjas que le cuidaban:

– ¡Ay, que será de vosotras cuando yo muera, quien os cuidará, quién guiará vuestros pasos! – Y una de las monjas, creo que era Leo, exclamó:

– No se preocupe su Santidad, que también murió Jesucristo y hemos salido adelante

Genios

Domingo


Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Prospekt Mira



Mis relatos semanales

EL RINCÓN DE SHEREZADE - Los Cuentos de las Mil y Una palabras I

Tema Libre



"Una carta en agosto"


No quiero, ni puedo, borrar los recuerdos tan recientes en los que he estado sumisa todo el día.

Tengo una postal maravillosa, ¡qué digo una!, muchas...

"La luna estaba en su punto, perfecta, lo iluminaba todo en una atmósfera evanescente, todo el mar reflejaba su influjo vaporoso. En cuanto mis pies pisaron la arena, suave, fina y tibia se produjo en nosotros un efecto ancestral, innato, nos despojamos de nuestras ropas sin temores ni dudas, ya había probado el agua con los pies y ya sabía que estaba caliente, así que me lancé. Tras de mi escuché tu cuerpo como contactaba también con el mar y nadamos en dirección la luna. ¡Qué maravilla! Todo el mar era nuestro, toda la noche, el horizonte, toda su espuma y sus olas eran nuestros. Fue entonces cuando me rodeaste con tus brazos, cuando mis piernas se anudaron a tu cadera, cuando mi sexo se encontró con el tuyo erguido bajo el agua, cuando nos reímos, cuando nos besamos, cuando la piel se encontró con otra piel, suave, mojada, tibia, cuando jugamos y nadamos…

Tú de pie, tu fuerza sosteniéndome en brazos, soportando el vaivén que mis muslos provocaban aferrados a tu cintura, yo ardiendo y deseando amarte, la luna como testigo haciéndome brillar. Otra estrella fugaz, el sonido del mar, las olas, la espuma más blanca que la luna, y tú dentro de mí. Tú de pie, yo deslizándome hacia tu sexo, besando tu pecho, mordisqueando pezones y vientre, besando tu sexo, absorbiéndolo. Tus manos apretando mis cabellos, manos excitadas, sintiendo intensamente. Alzar la mirada y ver el camino de tu vientre, y tus labios, y tu mirada en la mía, detrás el infinito y la luna a tu derecha, y el vapor de la noche, y tu sexo en mis labios, Zack en mi boca… "

¿Qué deseo pediste en aquél lecho público en el que estábamos? Un lecho para enamorados, cama con dosel, y por techo un cielo de estrellas fugaces. ¿Qué deseo pedirías? También yo tuve mi deseo, un mismo deseo por cada una de las estrellas que vi, y siempre la misma Luna de fondo. Jamás tuve una noche tan redonda, tan bonita, tan necesitada y deseada. Deliciosa.

He pensado que existe un cierto punto de dolor que hace que estos instantes sean tan intensos, la incertidumbre, el no saber si sucederá y cuando sucede el no saber si será un instante único e irrepetible o si volverá a ocurrir otro milagro. Es un oasis, nada más puedo decir, al menos de momento.

Mientras tú sigas detenido yo no puedo avanzar.

Simplemente espero.

[ ecumedesjours ]

sábado, noviembre 25, 2006

Non comment



Tuvimos nuestro primer disgusto anoche y él dijo muchas cosas crueles que en verdad me ofendieron.
Pero sé que está arrepentido y no las dijo en serio, porque él me mandó flores hoy.

Anoche me lanzó contra la pared y comenzó a golpearme.
Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas
y sabes que no es real.

Me levanté esta mañana dolorida
y con golpes en todos lados...






Anoche volvió a golpearme
y amenazó con matarme.

Ni el maquillaje o las mangas largas
podían esconder las cortadas y
golpes que me ocasionó esta vez.

No pude ir al trabajo hoy, porque
no quería que se dieran cuenta.











Anoche el me volvió a golpear,
pero esta vez fue mucho peor.

Si logro dejarlo, ¿qué voy a hacer?
¿Cómo podría yo sola sacar adelante a los niños?
¿Qué pasará si nos falta el dinero?

¡Le tengo tanto miedo!
Pero dependo tanto de él que temo dejarlo.




Hoy es un día muy especial:
Es el día de mi funeral.
Anoche por fin logró matarme.
Me golpeó hasta morir.

Si por lo menos hubiera tenido el valor y
la fortaleza de dejarlo ….
Si hubiera aceptado la ayuda profesional ...
Si se lo hubiera hecho saber a todas mis amistades, hoy no hubiera recibido flores!!!





Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Ploshad Revolutia


viernes, noviembre 24, 2006

Mis relatos semanales

EL RINCÓN DE SHEREZADE - Los Cuentos de las Mil y Una palabras IV

"Sueños No soñados"











"Presencia"

¡Me he levantado de un salto de la cama! y cuando digo salto, ¡es un salto! La cama está alta, me he dado una ducha, el cuarto de baño huele a espliego recién cortado. Me he vestido con mi viejo peto vaquero, mis botas de lona y he bajado las escaleras siguiendo el aroma del café, de tostadas y de guisos.






- ¡Tengo hambre! ¡Buenos días, Presencia!

He comido todo lo que podía y he salido a buscar a Juan, el pastor, le prometí una mujer, era la única forma en que podría contar con él. Su casa fue la primera que pude comprar en Presencia, después llegó la de Sor Josefa y su hermana, y así, poco a poco, la gente que allí había nacido fue consintiendo en venderme sus piedras abandonadas y sus tejas. El arzobispado me regaló la Iglesia con la única condición que respetara y cuidara del pequeño cementerio y que, al menos, tres veces al año se hiciera algún oficio religioso. Don Mariano nunca se negó a venir desde Madrid a celebrar alguna boda o a bendecid el año nuevo. La campana volvió a su lugar, y las águilas cruzaban nuestros cielos cada día. Con el dinero que mis padres me regalaron adelantando mi herencia pude comprar las propiedades haciendo al pueblo partícipe de un diez por cien y asegurándoles una estancia de una semana como mínimo al año. Al implicarles en el proyecto me ayudaron a levantar muros, y la comunidad de Guadalajara fue dando un goteo de dinero para comprar material de construcción. Ya teníamos tres casas construidas y la Iglesia fue levantada con las manos de los aledaños, parecía un cuento de hadas, y yo era la responsable de aquella reconstrucción, aquél pequeño milagro. El trabajo era incesante, teníamos un Restaurante, un horno de piedra, la casa grande hacía de recepción y nos acogía a Juan, a Carmen, a Chimo y a mi. Manuel, el joven muchacho venia todos los días desde Tribas, él y mi hijo ayudaban en todo. Carmen cocinaba y yo le ayudaba, Manuel, Chimo y yo servíamos las mesas, yo limpiaba las seis habitaciones y Juan cuidaba el ganado, mantenía las instalaciones y aprendimos a construir pequeñas casitas, como las que se usan de pequeñas parideras, donde instalamos dos saunas. Los primeros visitantes fueron mis padres, mi familia. Mi padre lloró y mi madre me miraba satisfecha, ella siempre había confiado en mí, incluso cuando me equivocaba.


Todavía quedaban casas por levantar y las piedras se amontonaban junto a las tejas. Medio Ambiente nos ayudó a limpiar los campos y los montes de hierbas secas, podaron los árboles y sacrificaron a los olmos enfermos, tuvimos que tomar drásticas soluciones ante la amenaza de epidemias. La Diputación nos habilitó las arcanas cañerías de agua que consistían en gomas de manguera y construyeron tuberías de verdad. En lo alto del monte pusieron un molino enorme que nos regalaba la suficiente luz eléctrica de forma gratuita. Mantuvimos los campos de trigo que jóvenes y niños de las escuelas cultivaban enseñados por Pedro, uno de los aldeanos. Teníamos tres burros, Chimo estaba encantado con ellos, aunque echa de menos a Olga y su vida es un trasiego constante entre Valencia y Guadalajara.


Creí que nunca llegaría a rozar la felicidad.


Hoy han nacido dos corderitos. Tenemos quince ovejas y dos machos cabrios, no dejamos que queden preñadas con demasiada frecuencia y hay que intentar ir separando a los hermanos. No puedo evitar encariñarme con ellos, son tan bonitos los corderitos. Yo he dejado de comer cordero, pero si no fuera así.... no tendría el ganado. Blanquita tiene un año, es como un perrito faldero, ella vivirá todo lo que su salud le permita, es la elegida, es de mi hijo, me dijo que si alguien se la comía nos mataría y hablaba en serio. Fue un parto difícil, Chimo ayudó a Juan, Juan se rompió la muñeca y fueron las manos de mi hijo las que trajeron a Blanca al mundo guiado por Juan.


Mañana iremos a recoger a Olga, viene a pasar unos días de verano a Presencia.


Ya tenemos dos calles iluminadas con farolas y empedradas, el jazmín comienza a trepar y suena el agua incesante.


[...]


No quería despertar... ¡por qué!, ¿ por qué ha sonado el teléfono?.


No estoy bien, no puedo ir a trabajar y no quiero que me vea ningún médico.


No voy a contestar, no abriré la puerta a nadie. Dejadme dormir, quiero seguir soñando... Chloe... gatita, me había olvidado de ti, bien, bendita llamada, así podré llevarte ahora conmigo.


Presencia... no te marches de mis sueños, volveré a buscarte.



[ ecumedesjours ]


Abstinencia


Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Paveletskaya


jueves, noviembre 23, 2006


miércoles, noviembre 22, 2006

Mis relatos semanales

EL RINCÓN DE SHEREZADE - Los Cuentos de las Mil y Una palabras III

"Una fantasía erótica como otra cualquiera"


"En la Penumbra"

Ocurrió una noche, ya habíamos preparado la cita con antelación…

Él esperaba en una habitación a oscuras, apenas un rayito de luz penetraba por una rendija de la persiana. La puerta de la habitación del hotel donde nos habíamos citado estaba entreabierta esperando mi llegada.

Y entré.

La brasa de su cigarrillo apenas me mostraba un gesto sereno y me servía de guía.

Apagó su cigarrillo y me pidió que me acercara, comenzó a tocar mi rostro y el perfil de mi cuerpo. Lo mismo hice yo, comencé a tantear el cuerpo del amante desconocido al que nunca iba a ver y nos besamos pausadamente hasta que empezamos a devorarnos.

Hicimos el amor, hurgamos cada pliegue de nuestro cuerpo, succionando cada instante y cada sexo. Me fui antes del amanecer sin conocer el rostro de mi amante.

Y repetimos una y otra noche sin pensar en el mañana, enganchados a esta relación en la penumbra.

… confieso haberlo querido buscar.

A veces me sorprendo en el metro, o en cualquier lugar siguiendo un aroma o el sonido de una voz…

[ ecumedesjours ]

Otra forma de contar:


*Para navegador Firefox ::: Pínchame aquí...











martes, noviembre 21, 2006

Masturbation

Bello


Una sonrisa

Para mi

Sagitario
22 noviembre-22 diciembre



Es un signo de Fuego:
LA BRASA

Su rasgo más evidente:
LA VERDAD POR DELANTE

Su frase favorita:
TE VOY A SER SINCERO

Su lema:
LA VIDA ES BREVE, GALOPA Y CORTA EL VIENTO

Su vitalismo es agotador y su sonrisa va siempre por delante de ellos. Tienen un espíritu delicado y unas patazas que no le caben en ningún sitio. Se les reconoce en el autobús o en el metro: es esa persona que lleva más de diez minutos pisándote el pie y aún no se ha dado cuenta, porque te mira y sonríe:

– ¡Hola, hola,..!

Y claro, a alguien que te sonríe así, ¿qué le vas a decir?, ¿que te está pisando? ¡ni se te ocurra!, porque Sagitario lo sentirá muchísimo, levantará el pie, y te dará una patada en la espinilla. Sagitario es sincero, pero no es sutil, y si se empeña en decirte la verdad, tarde o temprano te la dirá. Por eso te sugiero, que si alguien de este signo se te acerca y te dice:

– Te voy a decir la verdad....

Le digas:

– ¿Y yo qué te he hecho....?

Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú


Park Kultury

Mis relatos semanales

EL RINCON DE SHEREZADE - Los cuentos de las mil y una palabras VII


"Muchacha en la ventana"

Salvador Dali - Muchacha en la ventana "La Muchacha en la ventana"


– ¿Jugaste alguna vez a ver más allá de la imagen con el ‘ojo mágico’?, ese libro lleno de láminas de colores que, si conseguías adentrarte en la imagen, se abría un mundo en tres dimensiones... ¿sabes de qué te hablo?



– Sí, claro.

– Bien, pues el cuadro de la “Muchacha en la ventana” posee ese efecto... – le dice Julia a Cecilia – He viajado centenares de veces por ese cuadro Me he fundido en el punto de la cabeza de la muchacha, en su cabello oscuro y la ventana me ha succionado hacia ese interior o exterior... y todo se amplia, el mar, la playa, las barcas posadas en la arena, otras ancladas a unos metros. El pueblo, sus calles, los pinos, las montañas. La muchacha, desde su posición privilegiada, está inmóvil, eternizada, dispuesta a ser usada como telescopio para poder viajar por la playa de Cadaqués y sus calles. – Julia deja de hablar y sonríe ante la imagen de su amiga que mira estupefacta la mágica imagen de Dali –

– Es de locos...

– Más bien para privilegiados. Quizá sólo lo sé yo y ahora tú. No todo el mundo ha tenido un accidente de coche y ha conseguido tantas fracturas como las mías. Estuve encamada catorce meses, ocho de ellos escapándome a través de la ventana de esa muchacha. Sin ella habría perdido el juicio.

– Deja que me siente y...

– Quédate todo el tiempo que quieras, te dejo para que tengas tu primer viaje.


Cecilia se acomoda frente al cuadro de la Muchacha en la ventana. Y así comienza su viaje tal como Julia lo ha descrito, fundiéndose con la muchacha en el punto de sus cabellos oscuros. La ventana la aspira y, de pronto, contempla la suavidad de la Costa Brava en ese lugar, la playa acariciando las calles de Cadaqués, los barcos anclados en la arena o a unos metros. El pueblo, los pinos, las rocas, los montes. Mientras la muchacha en la ventana, que parece permanecer inmóvil dando la espalda esboza una sonrisa radiante y aspira bocanadas de mar.


[ ecumedesjours ]

lunes, noviembre 20, 2006

Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Oktiabrskaya


sábado, noviembre 18, 2006

Mis relatos semanales

EL RINCÓN DE SHEREZADE - Los Cuentos de las Mil y Una palabras VI: "TIEMPO DE MORIR"

TINTERO VIRTUAL CCCXLVI - "Manías que tengan consecuencias" [3er.]



Pablo Picasso - Autorretrato - París, Musée Picasso
"Es tiempo de morir"

Llevo sentada varios días en este mismo sofá en el que tanto he disfrutado del sueño y del amor. Los primeros días miraba a través de los balcones que tengo delante, después comencé a hablar con el rostro azul del joven Picasso que me mira sin parpadear desde la pared de enfrente, constante y tierno. Hoy, ahora, mis ojos ya no miran nada, la vista ha ido nublándose hasta perder el concepto de las cosas que me rodean y ya sólo veo ante mi besos añorados, mil batallas libradas y otras tantas perdidas. Todas mis vidas desfilan por los entramados de mi mente. Las fuerzas vitales completamente debilitadas me impiden el movimiento más mínimo, por eso no puedo abrir mis grandes ojos curiosos. Los últimos años han sido demasiado intensos para mí y para cualquier persona, y más aun para una mujer que no desea seguir sola el camino de sus días.

No podía y no puedo más.

Me acobardaba tanto la idea de hacerme daño después de haber soportado tanto desgarro en mis días que era incapaz de asesinarme. ¿Cómo desprenderme de la vida sin dolor? No podía conseguir una receta de píldoras envenenadas. No podía volarme el cráneo, hubiera sido muy doloroso para mis padres enterrar el cadáver de su hija sin un rostro que recordar y más difícil hubiera sido conseguir un arma. No podía lanzarme a la M-30 para que el primer cacharro que pasara por allí embistiera contra mi cuerpo, no debían entregarme mutilada y a pedazos en un saco con asas.

Cortarme las venas...

Intenté cortarme las venas. Me senté en este mismo sofá, cogí un cuchillo enorme y muy afilado, dos pozalitos para que recogieran la sangre que manara de mis muñecas y así evitar a cualquier persona tener que empapar trapos con ella. No deseaba causar otro trauma más que el que pueda conllevar el oficio de enterrador. Conseguí hacerme un rasguño, y eso que lo hice con fuerza y fiereza, apenas conseguí recolectar media docena de gotas, nada grave, suficiente para desechar la idea.

No era capaz de lanzarme por un acantilado, me venía a la mente el párrafo leído en algún relato del Tintero en el que se describía el horror de la vida cayendo por un precipicio intentando desesperadamente aferrarse al aire, a cualquiera de sus partículas.

Así que decidí dejar de comer.

Hace ya muchos días que dejé de comer, semanas. Sé que se sufre con la deshidratación. Compré una botella de suero glucosado en la farmacia y fui administrando cuatro sorbos diarios. Hace tres días di el último sorbo a la botella.

Llueve, oigo las caricias de la lluvia en los balcones, en los cristales. Se oye un relámpago. He sentido una caricia en el rostro, otra en el cuello, otra en las muñecas, ahora acarician mi pecho, alguien dice que sonrío.

Es tiempo de morir.


[ ecumedesjours ]


He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir....

Dime un color


viernes, noviembre 17, 2006

Siempre pensando en sexo


Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Novoslobodskaya


Mis relatos semanales

EL RINCÓN DE SHEREZADE - Los Cuentos de las Mil y Una palabras V

"Ojos Negros"

"666 palabras"

– Le rogaría omitiese los detalles escabrosos - dijo el abogado de una Compañía de Seguros-

– Entonces no sé si seré capaz de explicarme.


– ¡Protesto! – gritó el abogado de un joven adinerado y difunto – Deje que se explique a su manera.

– Adelante – prosiguió el juez levantando una ceja – No hay menores presentes, continúe la testigo.

– Verá, verán –corrigió Julia mirando a todos los presentes – Se trata de su mirada, él tenía unos ojos muy oscuros, tan oscuros que eran negros, poseían un brillo especial, luminoso. A veces le brillaba un ojo como un diente de oro que iluminara avenidas. Tenía unos ojos negros maravillosos. Unos ojos hipermétropes que le conferían una mirada intensa que se perdía en mis inmensidades cuando, ya sin lentes, hacíamos el amor.

– Continúe, por favor. –dijo el abogado de la compañía con una sonrisa estúpida que la sacó del trance del recuerdo de la mirada, negra y brillante, del amante –

– Aquella noche no tenia brillo. Era una mirada opaca, mate, negra, muerta. Aquella noche, no era él.-dijo tajante –

– ¿Quiere decir que era otro hombre?

– Si... - no... se dijo a sí misma muy bajito, imperceptible -

– ¿Y el resto, en qué se diferenciaba?

– En nada, el resto era exactamente igual – Julia estaba incómoda -

– Continúe con su explicación de la mirada a ver si nos aclara algo – insistía irónico el abogado de la compañía –

– No tengo nada más que contar.

– ¿Insiste usted en que el hombre que murió en ese accidente de automóvil, al día siguiente estaba en su lecho?

– Sí, algo así. Pero no era él, le faltaba el brillo, el resto era el mismo. Creo que le faltaba el alma. Un fantasma, si. José Manuel vino a despedirse de mí. Envió a su cuerpo o a sus formas a mi mente. Quizá los fantasmas solo existen en las mentes de las personas escogidas por los propios fantasmas. No son luces, ni auras, sino formas provocadas en nuestra mente aprovechando la gran imaginación que poseemos y que, todavía, no sabemos controlar.

No sé qué interés tiene su compañía de seguros en sacar de quicio lo que ya no tiene remedio – Julia cambió el tono de voz y habló serena y enérgica mirando a los presentes, a todos – Yo se lo voy a explicar. José Manuel ha muerto. Murió en un accidente de automóvil a las 14:35 del mediodía. Esa noche a la 01:30 de la madrugada del día siguiente vino a casa, como un fantasma tomó mi rostro, comenzó a besarme y me abrazó. Me llevó en brazos a la cama, en silencio y nos amamos despacio, suavemente. No pregunté nada. Lo acuné, le mecí, lo amé. Sabía que algo tremendo había sucedido, algo de enormes dimensiones, pero no pregunté. No podía hablarle a aquella mirada, creo que no habría entendido las palabras – continuó ahora tierna – Yo no tenía miedo. Solo sentía un amor lento e infinito.

Tardé en enterarme de su muerte. Dejó de llamarme y su teléfono dejó de existir.

No volví a verle. No volveré a verlo.

Murió en aquél accidente. No hay más. En todo caso negaré todo lo dicho. No se imaginan ustedes el esfuerzo tan grande que ha de hacer el alma para conseguir regalar a alguien querido la ternura de aquella noche, el silencio compartido y comprendido.

¿Qué les importa a ustedes su alma? Nada.

Ni siquiera sabrían explicarlo. Fijen la hora más conveniente, a mediodía, el resto no existió. No se crean lo que digan por ahí. El tipo de la gasolinera debió confundir las noches – dijo con un cariño inevitable – No era él. Su coche a esas horas ya estaba cargado en la cima de un camión para llevarlo a la chatarra. Todo son casualidades. Creo que José Manuel topó con muchos locos a lo largo de su vida, con todos los locos maravillosos, como él.

Nada más – Julia calló para siempre –

[ ecumedesjours ]

Metro de Moscú

Estaciones del metro de Moscú

Mayakovskaya

Mis relatos semanales

TINTERO VIRTUAL CCLXIX: “Morfina”

"Hermana Morfina"
, 6º


La hermana Morfina era gordita y bajita; rechoncha. Su piel era tan blanca que podía verse el fluir de la sangre por sus venitas azules.

Cuando la hermana Morfina llegó al Hospital yo ya llevaba cuatro semanas ingresada. El dolor de mi metástasis me retorcía y no era capaz de aniquilarme de una vez por todas. Me retenían en la Unidad de Psiquiatría, había intentado ya dos veces quitarme la vida. Me convertí en un ser huraño y despreciable, no aceptaba visitas, no hablaba con nadie, estaba obsesionada en morir y acabar con mi sufrimiento. No era más agresiva porque me faltaba fuerza. En mi habitación solo había una cama, habían retirado todos los objetos con los que pudiera dañarme o dañar yo al equipo de enfermería. En cierto modo me odiaban más que me compadecían; les causaba demasiado trabajo.

Mis cubiertos eran de plástico, me habían sorprendido ya en varias ocasiones intentando cortar mis venas con un vaso roto de ese material, me sentía tan patética que decidí dejar de comer. Ya de por sí tenía nauseas constantes que pocas veces permitían llegar a digerir los alimentos que me daban, me obligaban a comer y yo vomitaba a continuación todo lo ingerido aunque no sintiera nauseas. Me ataron a la cama y me pusieron un gotero con alimentación parenteral. Seguí forzando mi traquea, mi glotis y epiglotis hasta que conseguía expulsar unas babas pastosas, verdes y amarillas, amargas como la hiel.

Estaba tan débil que pasaba esos instantes en los que nada conseguía aferrarme a la vida soñando, y entre mis sueños apareció Isabel, la hermana Morfina. Allí estaba, sentada sobre la cama y mirándome. Durante varios días creí que era producto de mi imaginación porque siempre estaba a mi lado, callada, tomando mi mano. Entraban las enfermeras y no hablaba con ellas, no las miraba, sólo me miraba a mí. Mis ojos, cuando los dejaba abrirse, se cruzaban con los suyos, su mirada penetraba en la mía y mi dolor desaparecía. Estábamos así horas y horas.

– Julia, levántate. Son las nueve de la mañana

Algo extraño sucedía, alguien me hablaba suavemente, olía a café y a tostadas; no me atrevía a abrir los ojos. ¿Qué me importaba a mi la hora que fuese?, pero los abrí y la hermana Morfina estaba sentada en una mesa camilla con un mantel blanco bordado y me hablaba. Dos sillas en la habitación, dos tazas, azucarero, cubiertos, café, tostadas, mantequilla y mermelada. Me habían quitado el gotero y nada me dolía. Quise levantarme y no pude, estaba muy débil. La hermana Morfina me ayudó a sentar en la silla y me sirvió café; untó una tostada para mí con mermelada, ¿cómo sabia que no me gustaba la mantequilla ni la leche? – Es fácil, lo miré en tu Historia clínica – no me sorprendía que ella contestara a mis pensamientos. En aquél momento solo tenía una sensación acogedora, ¡incluso sentía apetito!

En tan sólo dos semanas recuperé suficientes fuerzas como para medio vivir. El mal que llevo en mi interior sigue creciendo, pero no me duele.

La hermana Morfina tiene un cáncer de colon que le obliga a llevar una bolsita para recoger sus secreciones fecales y me ha rogado que viva con ella. Dice que morirá antes que yo y que tiene muchas cosas que enseñarme. Morfina ríe mucho cuando la llamo así y a mi me fascina verla reír. Muy joven vivió en un pequeño poblado de África central y una anciana la escogió para transmitirle el don de aliviar el dolor con las manos y la mirada, con paciencia y mucha complicidad con el enfermo. En África le llamaban la niña transparente, porque cuando se bañaba en el río con las mujeres decían que veían su corazón y su espíritu bajo el armazón de huesos y aquella piel tan blanca en un cuerpo tan pequeño.

Morfina yace en la cama y yo tomo su mano y la miro, la miro con infinito amor, con paciencia y mucha complicidad.

[ ecumedesjours ]

jueves, noviembre 16, 2006

Una sonrisa






¡¡ Magia !!




Genial número de magia y ....

... que empiece el espectáculo



¡¡ Un aplauso para Ursula !!

: )