La influenza de cada año
Ciertamente no se trata de un fractal. Esta figura es una muestra ampliada del parásito más famoso en la actualidad, la novedad, las ansias por la noticia, el negocio de las enfermedades, las vacunas, los laboratorios, etc..... Es chiquitín y muy potente, su nombre es H5N1
Desde el desconocimiento es tan arriesgado aventurarse a no tomar en cuenta la alarma social que se ha generado como a seguirla. Lo que si me atrevo a decir es que todo esto apesta.
Mi tía Encarna siempre me decía que los piojos eran llevados a los colegios por los laboratorios fabricantes de lociones. Hay quién piensa que la vida supera a la ficción, hay quién ve posible que todos estos nuevos virus, esos parásitos tecnológicos como el VIH o el H5N1 o muchos otros, o incluso más que podrían estar ya almacenados en algún contenedor especial y megacarísimo en algún edificio a la espera de ser expuesto a la humanidad, sean producto de las arduas investigaciones de aquellos que tanto luchan por producir antídotos contra las enfermedades. Hay quién se atreve a decir, incluso, que el cáncer ya podría curarse pero... qué sería entonces de los grandes productores de quimioterapias y tratamientos...
La salud es uno de los negocios que más dinero mueve en el mundo. En nuestro país hemos pasado de tener a los mejores profesionales y medios asequibles a todos y cada uno de nosotros a comenzar a ser un privilegio privado que muy pocos se pueden costear, ya no hablo de medios ni profesionales, sino de los tiempos de espera; espera de toma de muestras, espera de obtención de resultados, espera de petición al especialista, espera de citación, de visita, de más pruebas, de diagnósticos, etc... La sanidad privada está igualada, incluso mejora, a la pública optimizando estos tiempos para obtener rápida y eficazmente un diagnóstico y su remedio, si lo hubiera.
Desde el desconocimiento es tan arriesgado aventurarse a no tomar en cuenta la alarma social que se ha generado como a seguirla. Lo que si me atrevo a decir es que todo esto apesta.
Mi tía Encarna siempre me decía que los piojos eran llevados a los colegios por los laboratorios fabricantes de lociones. Hay quién piensa que la vida supera a la ficción, hay quién ve posible que todos estos nuevos virus, esos parásitos tecnológicos como el VIH o el H5N1 o muchos otros, o incluso más que podrían estar ya almacenados en algún contenedor especial y megacarísimo en algún edificio a la espera de ser expuesto a la humanidad, sean producto de las arduas investigaciones de aquellos que tanto luchan por producir antídotos contra las enfermedades. Hay quién se atreve a decir, incluso, que el cáncer ya podría curarse pero... qué sería entonces de los grandes productores de quimioterapias y tratamientos...
La salud es uno de los negocios que más dinero mueve en el mundo. En nuestro país hemos pasado de tener a los mejores profesionales y medios asequibles a todos y cada uno de nosotros a comenzar a ser un privilegio privado que muy pocos se pueden costear, ya no hablo de medios ni profesionales, sino de los tiempos de espera; espera de toma de muestras, espera de obtención de resultados, espera de petición al especialista, espera de citación, de visita, de más pruebas, de diagnósticos, etc... La sanidad privada está igualada, incluso mejora, a la pública optimizando estos tiempos para obtener rápida y eficazmente un diagnóstico y su remedio, si lo hubiera.

¿Has visto “El Jardinero Fiel”? (te dejo aquí y más abajo, el enlace por si quieres verla), quiero un Hombre como Justin (mi dulac...)
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