Cuentos Fantásticos -- MANARA
Querida Sandra F.
No conociendo su apellido ni tampoco su dirección, me es imposible hacerle llegar directamente esta respuesta a su carta. Más dado que usted se declara lectora de mis historias, tengo la esperanza de que de todas formas pueda leer esta misiva y ver, además, los últimos dibujos inspirados en las páginas de su diario que usted ha arrancado del mismo y ha tenido la gentileza de enviarme.
Como sabe, mi forma de expresarme predilecta es el dibujo. Por eso, precisamente en los que han salido de mi lápiz mientras leía las atormentadas páginas de su diario debería usted poder encontrar, al menos así lo espero, una respuesta a las angustiadas preguntas que se hace.
Aparece ahora en TÓTEM el fragmento de su vida que se extiende desde la tarde del domingo 5 (la vez anterior la habíamos dejado, la mañana de ese mismo domingo, sentada en las gradas del puente) hasta el martes 14.
Pero, ¡¿y luego?!... Debo confesarle que esta vez me toca a mi sentir que el corazón me estalla en el pecho. Y seguramente cuantos siguen su caso sienten que quizá “Charlie” existe de verdad. “Charlie” vive desde siempre reprimido en nuestro inconsciente, esperando sólo la ocasión de liberarse de las inhibiciones que lo ahogan...
¿Me enviará otra carta, otras páginas de su impresionante diario?
En esa esperanza queda suyo affmo.
Milo Manara
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