jueves, enero 17, 2008

Mis Relatos Semanales

TINTERO VIRTUAL CCCXXIII: "El soñador de... "



"La Soñadora"



Todos soñamos, lo sé, bien que lo sé. ¿Quién no ha escuchado de boca de algún amigo el sueño que tuvo anoche o su última pesadilla?, pero, ¿quién es capaz de revelar lo que anhela, lo que sueña con los ojos y el alma bien abiertas?. Me preguntabas cuanto tiempo había vivido en París, te quedaste desconcertado cuando, sonriendo, te dije que nunca había visitado París. Quedaste desconcertado y mudo, como yo. Porque era incapaz de revelarte que yo recordaba una vida que ya tuve y que se desarrolló casi por entero en esa ciudad llena de calles sin nombre, una ruta casi escondida para los turistas, una ruta que sólo los soñadores conocíamos por navegarla en sueños, sueños que no son más que recuerdos ya vividos en otras vidas, o la misma vida, porque el cuerpo muere, se descompone, pero el alma es viajera y buscadora infatigable de nuestros verdaderos anhelos; es sabia, todo lo conoce, pero tú nunca la escuchaste, ni siquiera sabes que posees una. Debías estar pensando en cómo era posible que te hubiera detallado tantos lugares si nunca había estado en ellos.

Y aquí nos encontramos los dos, callados, cada uno alejado del otro por una distancia estelar incapaz de medirse. Saboreas el licor del color de la miel, lo paladeas despacio mientras tu rostro muestra la decepción. Te gustaba pensar en mi origen francés, quizá eso me daba un exotismo que tú deseabas, quizá anhelabas que te susurrara al oído un “je t’aime”, un “je t’adore”, pero yo permanecía callada recordando las imágenes que desde niña vivía en mi otra vida, en ese mundo paralelo que disfrutamos solos, en los sueños.

Mi nombre anterior era Néllie, poseía una sensibilidad especial para el arte que pinta mi alma, por eso la mantengo, también poseía un hombre, Edouard, que acompañó mis pinceles y mi ansia por recorrer el mundo coleccionando obras de arte. Él siempre estaba a mi lado en los sueños y en la vida que ya tuve y que, quizá, nunca volveré a tener. Llegabas al final de tu licor, ya solo quedaban unos pequeños cubitos de hielo que rezumaban el agua del que estaban hechos, como tus ilusiones. Y yo convertía ese agua en el lento discurrir del Sena, cuando como Néllie caminaba casi a saltitos al lado de Edouard riendo, contándole historias de colores, o apretada a su cuerpo en los fríos paseos que gustábamos hacer por las orillas del Sena. Y, mientras tanto, el silencio crecía y se levantaba un muro infranqueable entre tú y yo, nos separamos tanto en aquél instante que nos fuimos como dos desconocidos cada uno en una dirección.

Y dejé que mis pasos resbalaran por una vida que cada vez reconocía menos como mía, porque hubo un tiempo, en esta misma vida que hoy poseo, con este cuerpo nuevo cargado con la memoria y el alma de otra vida, en que me encontré con Edouard, los dos nos reconocimos en la primera mirada, y lo supimos en nuestra primera palabra confirmándonos en nuestro primer beso. No puedo evitar convertirme en un arco iris cada vez que le recuerdo, me crece una sonrisa que baña una lágrima; la dulzura y la sal mezcladas. Tuvimos que volver a separarnos porque nos reencontramos tarde, porque no hicimos caso cuando el alma nos hablaba, porque nos precipitamos al regalarnos a otra persona que no éramos ni tú ni yo. Por eso te he buscado en sueños, Edouard, por eso sigo buscándote más allá de lo humano, por eso no tengo miedo a perder este envoltorio, por eso tengo la esperanza de que si no es en esta vida volveré a abrazarte en alguna futura.



[ecumedesjours]





Enya - "La Soñadora"

Yo; el otoño
Yo; el véspero
He sido un eco.

Seré una ola
Seré la luna
He sido todo, soy yo.

Yo; el verano
Yo; el ébano
Soy la sonadora


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