lunes, noviembre 06, 2006

Mis relatos semanales

TINTERO VIRTUAL CCLXVII "Telón"

"El último caso"
[ 5º lugar ]

Ibañez

Pepe Gotera y Otilio

El botones Sacarino

capitán Haddock

El dire

Las joyas de la castafiore, Tintín

Asterix y Obelix

Vaya, ahora que lo dices... el caso es que no consigo recordar la trama de la novela, tan solo recuerdo que Hércules muere...

Qué tiempos aquellos cuando descubrí los libros. Acababa de devorar las colecciones de mis hermanos de Astérix, Tintin, Mortadelos, Sacarinos y Goteras, cuando descubrí un verano varios libros en la biblioteca de mis tíos. La Dama del Imperio británico se presentaba ante mi y me convertía en una devoradora de novelas. Primero las suyas, después la pandilla de los cinco, más tarde novelas adolescentes, casi a escondidas, con componentes de aquél tabú llamado sexo como “Adiós cigüeña, adiós”, o chicas con problemas familiares y el roce con las drogas a lo “Nacida inocente”. Fue maravilloso descubrir a Edgar Allan Poe y el terror con Howard Philips Lovecraft, cuantas noches soñé con bibliotecas antiquísimas que ocultaban el Necronomicón. Y, de fondo, flotaba el viento con Dylan, la Janis, Hendrix y Bowie. Curiosamente, a Julio Verne lo descubrí después, cuando leía cada noche con mi hijo y digo "leía" porque ya no me deja leerle, las criaturas se nos van de las manos, – suspiro –

Tintin en la luna (genial)

El Bachiller nos hizo más, digamos, intelectuales. Estaba de moda ser intelectual y rebelde. Viví una época afortunada, comencé el bachiller con una democracia ya consolidada, todo, absolutamente todo quería salir. Y salió. Aquellos maravillosos años 80’ fueron una explosión de creación en todos los campos. Tuve buenos guías, mis profesores eran jóvenes y recién licenciados, sin contaminar por la desidia, rebeldes como nosotros. Nos retaban sin que nos diéramos cuenta y fue divertido aprender y celebrarlo después haciendo novillos todos juntos un viernes por la tarde y emborracharnos de amistad en la playa, nuestra playa. Sonaba entonces Supertramp, Pretenders y Bob Marley.

Es curioso. Intento volver más atrás y no consigo recordar absolutamente nada de la novela. Seguro que sucedieron varios asesinatos, o al menos había un asesino. Pero si, Hércules muere, eso es seguro, claro que muere y ni siquiera recuerdo la causa de su muerte.

Tendré que volver a leerla....

Incluso el New York Times, en 1975, publicó la esquela de Hércules Poirot, y yo, una niña que acababa de descubrir al fabuloso detective con el que comenzaba a jugar al Cluedo, me enteraba de su muerte aquél verano en el telediario de mediodía mientras las chicharras rugían en agosto. Así, como si nada, la Dama del Imperio británico, Agatha Christie, acababa de presentarme hacía unos pocos meses a Hércules Poirot y ya me lo quitaba. Ya sabía que tenía un final, “Telón”, su última novela donde Hércules Poirot moría para siempre. A los pocos meses, en 1976, ella le siguió y yo recibía el segundo golpe tras enterarme del asunto de los Reyes Magos. La vida comenzaba a hacerme recelar mientras sonaba Led Zeppelín.

Sí, he de leerla de nuevo. Hace demasiados años que leí las novelas de Agatha Christie. Treinta años para ser más exactos, los mismos que lleva enterrada en el cementerio de la iglesia de St. Mary, en Cholsey, Inglaterra. Porttishead y Mozart flotan en el aire.

[ papagena ]

1 comentario:

una mujer dijo...

En esta sobremesa se extendieron mucho hablando, de forma general, sobre las patadas que le damos a la ortografía, es que algunos son brutales...

Yo solo aporté:

"Pues yo....

A mi me gustan todas las críticas, incluyendo las chachipiruli.

Lo siento, no he podido hacer sobremesa y ya no recuerdo los relatos. Pero si, ciertamente este Tintero me ha resultado aburrido, comenzando por mi relato que lo escribí con interés sobre algo que no tenia interés.

Él telón llevaba a mis pensamientos al gran monstruo que es el Teatro, palabras mayores. No hacía más que pensar en el comienzo de Cyrano de Bergerac, ese teatro tantas veces imaginado de forma magistral, ese ingenioso, orgulloso y noble Cyrano entregando su recién cobrada paga al teatro por haberles arruinado la función por detestar al actor... Esos diálogos ágiles, agudos, chisporroteantes de magia y punzadas. De "duende" lo llama gemmayla, porque esa misma forma de buen hacer rima, verso y prosa de poco sirve si lo que nos cuentan no tiene gracia...

Siento haberos aburrido, quizá os pasó lo mismo que a mi. No me atrevo con el teatro. Podría ser que la Luna nos influya de forma similar o vaya usted a saber qué. Señoras, señores, no siempre podemos ponernos el gorro de payaso y ser geniales.

A todos, gracias por vuestra constancia, por participar, por no tener tapujos a la hora de escribir y mostrarme vuestras letras.

Un saludo, ecume"


papagena

04/11/06
23:25