El Retrato en el Siglo de Picasso ( VI )

Dolor, muerte y sufrimiento forman parte de la sociedad europea y, en los retratos de aquellos que rodeaban a los artistas se dejan ver sus huellas. El matrimonio Montesquieu - Fezensac, fue paciente del sanatorio suizo de Mont Blanc, donde intentaba reponerse de una de las enfermedades más frecuentes del momento: la tuberculosis.
La figura lánguida de Victoire, que no conseguirá sobrevivir a la enfermedad, aparece retratada en un formato vertical que obliga a Kokoschka a estilizar la figura y forzar su delgadez para adaptarla al lienzo. Tanto la postura como el gesto de sus manos son elementos claves del retrato de Victoire que ejerció una fuerte fascinación en el pintor.
"La belleza de aquella mujer me conmovió"
Cuando observamos estos retratos nos asalta la curiosidad de conocer a la persona, saber quién es, cuál era su relación con el pintor y porqué éste la inmortaliza en un lienzo. Y esa es otra de las características del retrato: la inmortalidad y perdurabilidad del retratado.

Victoire de Montesquieu - Fezensac, 1910
Óleo sobre lienzo, 94,6 x 48,9 cm
Cincinnati Art Museum, Cincinnati
El caballero errante es un autorretrato realizado antes de partir al frente y cargado de símbolos. En él se percibe la inquietud del momento, tanto en la manera de disponer la figura en el lienzo, en la técnica nerviosa y agitada empleada, como en la paleta oscura. Kokoschka se autorretrata como un caballero con armadura medieval, tumbado sobre un paisaje nocturno en el que aparecen dos figuras: un hombre-pájaro, quizá una metáfora de la muerte, y una mujer-esfinge, considerada como una personificación de Alma Mahler, que había sido su amante. Sobre el fondo las siglas "ES" del último lamento de Cristo en la cruz:
"Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?"

El caballero errante, 1915
Óleo sobre lienzo 89,5 x 180 cm
Solomon R. Guggenheim Museum, NY
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