miércoles, abril 29, 2009

Las Aventuras Africanas de Giuseppe Bergman



MANARA

Fin de las Aventuras Africanas I - Entrega 23

martes, abril 28, 2009

Tiempo de fresas...

Pedro Pereira
Pedro Pereira

lunes, abril 27, 2009

Pedro Pereira

Pedro Pereira

domingo, abril 26, 2009

Domingo...

Trevor Watson

viernes, abril 24, 2009

A veces...

Edward Hopper


A veces sufrimos un golpe en alguno de nuestros sentimientos y nos quedamos mudos, ciegos y sordos. El daño por sorpresa, la estupefacción, nos hace insensibles y dejamos de sentir las caricias. El cuerpo se queda expectante y sin apetito. La mente parece detenerse en aquél instante en que todo sucedió. Todo el ser acaba siendo víctima de los efectos de las causas y los acontecimientos van tatuando el alma. A veces fortalecen esta trinidad, otras consiguen destruir la mente, el cuerpo y el alma.

domingo, abril 19, 2009

Sweet Dreams


Marilyn

sábado, abril 18, 2009

Las Aventuras Africanas de Giuseppe Bergman



MANARA

Parte 2da. - Entrega 22


viernes, abril 17, 2009

Fascinante...



Este instrumento, ese sonido tan... inquietante..., se llama Theremín.

El “Theremín” es uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos, y el primer sintetizador de la Historia, inventado en 1919 por el físico ruso Lev Serguéievich Termen. El diseño clásico consiste en una caja con dos antenas.

Se ejecuta acercando y alejando la mano de cada una de las antenas correspondientes, sin llegar a tocarlas. La antena izquierda es horizontal y con forma de bucle, sirve para controlar el volumen: cuanto más cerca de la misma esté la mano izquierda, más baja el volumen, y viceversa. La antena derecha suele ser recta y en vertical, sirve para controlar la frecuencia, cuanto más cerca esté la mano derecha de la misma más agudo será el sonido producido.



Lev Serguéievich Termen, físico ruso que más tarde afrancesó su nombre a León Thérémin, tocando el theremín.


Se usa con frecuencia su sonido sintetizado, tan característico de Portishead

martes, abril 14, 2009

y sigue lloviendo...


... buenas noches

domingo, abril 12, 2009

Después de la Cena

jueves, abril 09, 2009



Leonardo da Vinci, 1494-1498

La Última Cena
Temple y óleo sobre yeso, 460 × 880 cm
Santa María de las Gracias, Milán

lunes, abril 06, 2009

Mis Relatos Semanales


TINTERO VIRTUAL CCCLXXXV

FALSA IDENTIDAD



“Zoom out ~ Zoom in”

Soy un punto en el Universo, un guardián intergaláctico más conocido como voyeur. He sido adiestrado en todas las ciencias, sé mucho de todo, pero todavía sigo sin saber nada de nada. Mis tareas son inspeccionar y rastrear con la mirada cada poro del Universo a mi alcance, porque el Universo, al igual que las Lunas y satélites planetarios, tiene su cara oculta y, por tanto, desconocida. Observo y disfruto cada dato recopilado, pero he de confesar que en ocasiones me escapo de las rutas marcadas y me dedico a contemplar y cuidar, lo que se me permite desde esta distancia, al planeta azul. El planeta azul es fascinante, al contrario que los demás lugares del Universo conocido, está lleno de vida. Sus habitantes son bellos, curiosos y divertidos, aunque para poder sobrevivir muchos tengan que comerse entre ellos, salvo este pequeño detalle, el resto es fabuloso.

El Tiempo para un voyeur universal nada tiene que ver con las mediciones planetarias, es por todos sabido que con cada nacimiento de estrellas rojas surge una fuga de tiempo, he aprendido a predecir los partos estelares en el instante exacto en que se producirán. Cada vez que topo con una estrella preñada grabo en mi memoria su posición exacta y activo el contador astrológico.

Es entonces, en esas fugas de tiempo, cuando me convierto en narrador y te acerco a una de las motas de polvo del Universo con un potente zoom que te provocará vértigos, mareos y desajustes, intentaré graduarlo para que el efecto sea menos impactante. Dejo grabado en los cuadernos celestiales las rutas ilustradas por si, en algún momento, yo dejara de ser operativo y vital y pudiera alguien continuar con mi labor de biojardinería. Cruzaremos nebulosas y galaxias, entraremos en la vía láctea, reduciremos la velocidad cuando nos acerquemos al Sol y aterrizaremos en su planeta protegido, mi planeta Azul. Escojamos un punto y zambullámonos en el agua salada, hace cosquillas y en ella hay otro universo, los seres de colores parecen estrellas, pero su tiempo es muy breve, así que acaricio cada vida que me encuentro porque sé que no habrá otra ocasión para volverla a mimar. Salgamos del agua y busquemos, quiero presentarte a unos seres muy curiosos, he aprendido de su evolución y conozco todos sus idiomas, realmente todos provienen de la misma lengua, la mía. No siempre es fácil encontrarlos, hay sitios pequeños donde abundan millones y lugares muy extensos sin un solo habitante parlante. Me gusta escucharles, a veces me he sorprendido cuando, al llegar al planeta en mis escapadas, me he encontrado con alguno que me estaba esperando y se dirigía a mi con un profundo respeto. Porque ellos saben que existo, ha sido inevitable que algunos, muy pocos, me hayan pillado “in fraganti” y en zapatillas de viaje.

Acerquémonos y escuchemos. Parecen disfrutar con esas formas tan graciosas que tienen de extender sus células entre la arena de la playa con sus dos bases refrescándose en el agua, realmente cada ser en este planeta posee un universo interior y cada universo otro y otro más, así hasta llegar a la unidad más elemental y básica del polvo de estrellas. No son ni eternos ni infinitos. Son, sencillamente, maravillosos e imperfectos. Estos dos seres son amigos, han escogido vivir en una isla ellos dos solos y recuerdan una vida pasada como si hiciera eones y para mi es como parpadear con sus ojos un par de veces. Son tan débiles e ingenuos, tan susceptibles de morir con un soplido.

Escúchales...

– Antes de retirarme a esta isla yo era psiquiatra

– ¿Ya no lo eres?

– Uhm, buena pregunta, pero no viene al caso. Como te decía, yo era psiquiatra en la planta 35 de la Calle 42 en Manhattan. Cada mañana en la que, con un chasquido de dedos, elevaba las persianas dando luz a todas las estancias me sentía como Dios – sonrío –

– Ciertamente suena bien. Yo era escritor

– ¿Ya no lo eres?, bueno, olvida la pregunta, ahora me toca a mi. El 7 de enero mi secretaria recogió una Urgencia por teléfono. La esposa del magnate William Hinks llamaba desesperada porque su marido estaba siendo aquejado por unas tremendas crisis. Cuando llegué me encontré a un hombre desesperado que vio en mi al gurú que lo liberaría de su mal. Solo con verme el hombre cayó en un descanso profundo, llevaba tres días sin poder dormir. La mujer no supo ni quiso contarme nada, únicamente me rogó que aceptara el caso de su marido y que estuviera localizado para cualquier imprevisto, tras informarle de mis honorarios me despedí. Al tercer día del suceso me llamó el propio Hinks invitándome a nuestra primera sesión. Era un hombre culto, refinado y, aunque físicamente abatido, se le intuía una fuerza interior bruta y poderosa. Y así fue como me pidió ayuda para recuperar la identidad que había perdido ocho meses atrás cuando viajó al Amazonas y tuvo una experiencia mística con drogas indígenas. Quedé con esta misma cara de atónito que aun conservo desde entonces cuando escuché con la más espeluznante frialdad y convicción con la que el magnate William Hinks me suplicaba que le ayudase a volver a ser Napoleón Bonaparte... No pude afrontar este reto y decidí retirarme de todo y de todos...

– Entiendo, pues yo...

Gran tipo Napoleón, engancha, eh. Lo siento, no podemos quedarnos, la fuga de tiempo está a punto de cerrarse. Habrán más historias mi querido skypoint. Recojamos el zoom.

Zoom out...


[l'écume des jours]


sábado, abril 04, 2009

Anita....



.......... díle a los ángeles que manchen tus alas de azul y rosa y así podremos encontrarte con facilidad. Si ves a Boris Vian no le pierdas la pista. Serás una excelente guía cuando algún día volvamos a encontrarnos.

Perdona aquellos momentos en que no quise o no supe aceptar tus caprichos, si te acepté a ti tenía que haber sido con todas las consecuencias, pero no supe hacerlo y las dos lo entendemos porque... y qué más dan los motivos... no hacen falta lamentos ni lo sientos, fue lo que fue, no hay marcha atrás.

Séguiré siendo tu Musa y tú mi Angel, aún estando en planos diferentes, pero ya nadie me regalará las flores más bellas y desconocidas, ni láminas, ni princesas chinas, poemas, los cuentos más curiosos... eras un pozo de conocimientos... teatro, literatura, poesía, arte... ¡conocías todo el arte existente!, este cuaderno, este blog, está plagado de tus enseñanzas y tus desvelos, sin tí, quizá... no sería este lugar el que es.



Anita... mil gracias, un beso, una caricia y un feliz viaje

( ¿habrán más? )


viernes, abril 03, 2009


Viajeros



Romper el silencio de la madrugada con el traqueteo de las ruedas de la maleta por el adoquinado de las calles, cruzar calles vacías y llegar a la estación llena de vida desde hace ya horas. Ya no se ven despedidas ni besos en blanco y negro. Nada más sentarte y acomodarte, por tus propios medios y fuerzas, te regalan unos auriculares para garantizarse tu anestesia y aislamiento. Ya no hay conversaciones entre los viajeros y si las hay, suelen ser escandalosas y con risotadas molestas, la gente ya no se viste para viajar, se acomoda para ello sin tener en cuenta un mínimo de estética.



Tampoco apetece ya darse un paseo por el tren, estirar las piernas, sin poder echarse un cigarrillo en cafetería mirando las cosas pasar...



Ya nadie está pendiente de tus posibles necesidades, nadie con uniforme dispuesto a ayudarte con el equipaje, ah, y si llevas una gatita paga su billete (a mitad de precio) simplemente por respirar tu mismo aire, porque nadie le da un espacio, tú lo tienes que compartir. Las cosas cambian en poco tiempo...

miércoles, abril 01, 2009

Mis Relatos Semanales


TINTERO VIRTUAL CCCLXXXIV
RENACIMIENTO



Batalla de Zama, Aníbal y Escipión


*"Arse"


Tras la terrible crisis económica que esquilmó los hogares y las tierras de los pueblos mediterráneos estalló la Revolución. Con el hambre a cuestas día y noche no querían acordarse de cuando, apenas unos años atrás, habían dejado de arar sus campos, de podar los frutales y especularon con sus tierras obteniendo pingues beneficios que les permitió retirarse al descanso para el resto de sus días.

Los pueblos bárbaros y los capitalistas quisieron aprovecharse del caos y en ellos renació un espíritu ancestral que los llevó a reclutar cruzados economistas para la conquista de los lugares débiles y así imponer, de nuevo, sus normas.

En el pueblo de Arse vivía Pheber Optic, un extraño espécimen de la informática, poseedor de un elevado coeficiente intelectual que implementó el núcleo central de la programación tanto en código máquina como en el lenguaje ensamblador. En su retiro era un apasionado de la Historia, una mente inquieta que ya no quería ni necesitaba vender sus servicios para vivir, ni siquiera en esta crisis. Desde su atalaya construida en la parte antigua del pueblo a las faldas del castillo, y aprovechando las paredes de la muralla romana que serpenteaba marcando antiguos límites y protecciones, Pheber poseía un sistema propio para inmiscuirse en los sistemas ingeniados por el mismo a través de un agujero creado en la puerta trasera del Sistema Operativo Central que comunicaba todo el globo terrestre. Y así fue como supo con una semana de antelación que Arse iba a ser tomada y conquistada por el atractivo de sus costas y su potencial puerto comercial desde tiempos anteriores a los fenicios. Sería el comienzo de una terrible guerra global y desde allí partirían a la conquista de todo el Mediterráneo. El nombre de Arse ya formaba parte de la Historia Universal por su valentía y arrojo.

Se reunió con el consejo del pueblo, alcalde y concejales, los dos médicos, el cura y el guru y establecieron un plan. Fueron días de intensa actividad camuflada puesto que, aun expectantes y alerta, intentaban aparentar normalidad por si el enemigo estuviera oteando de lejos el lugar. En las casas se cosían todas las telas, colchones y trapos creando muñecos, del cementerio se desenterraron a todos sus habitantes, se construyó una inmensa zanja en el centro y se horadaron todos los barcos para que fueran haciendo agua lentamente, se desmontaron los motores que ponían en marcha las fábricas. Y así, en cada turno, prestos al trabajo y al sonido de la sirena, comenzaban una labor de desconstrucción inutilizándolo todo. Los niños y los ancianos fueron evacuados a través de un antiguo pasadizo construido en tiempo de los romanos, se dice que llegaba hasta Almenara, cuya entrada oculta estaba camuflada en la bodega de Pheber. Con los muñecos sustituían a los evacuados y, en última instancia, colocaron dinamita en la base de cada pilar, de cada cimiento, de cada hogar. Se ocultaron todos menos Pheber, el alcalde, dos guardias y el cura. Y esperaron.



Desde la atalaya de Pheber pudieron ver una inmensa serpiente de luces que avanzaba en dirección al pueblo. Vehículos de todo tipo, motos, furgonetas, viejos tanques robados al ejercito, bicicletas, infantería y a caballo, muchos de ellos borrachos de furia, otros de sangre y el resto simplemente con la afición por jugar una gamberrada; muchos avanzaban pisando la hierba que no volvería a crecer bajo sus pies radiactivos.



El alcalde hizo un gesto y asintió. Prendieron fuego en la zanja que habían llenado con los cuerpos muertos de sus seres queridos, con leña, ropas y bisutería. Los muñecos de trapo fueron lanzándose a la zanja ante los ojos de los primeros oteadores enemigos, con un solo botón se generaban chispas en los hogares que prendían fuego a las cortinas para que se viera desde bien lejos. Los bárbaros aumentaron la velocidad de su avance y cuando llegaron al pueblo pudieron comprobar el olor a carne quemada, el fuego devorando las casas y su furia se multiplicó por diez. Pheber y el grupo corrieron a esconderse en la muralla y un segundo antes de entrar en ella, con un botón, con una señal eléctrica, hizo detonar cada uno de aquellos explosivos tragándose a la cuarta parte de aquella expedición. En su retroceso se encontraron con otros pueblos que los buscaban para vengarse y se desperdigaron por el mundo debilitándose. Otra parte fue tragada en los barcos que acabaron hundiéndose con la tripulación invasiva en medio del mar.

Un mes estuvieron ocultos en el interior de las murallas y cuando salieron y contemplaron la desolación, pensaron que era el momento para unirse y volver a Renacer como ya hicieron ante las huestes de Anibal hace más de dos mil años.



ecumedesjours





S.XXI




S.XX




S.XIX


*La antigua Arse ibérica pasó a denominarse Saguntum en tiempo de los romanos tras la destrucción de la ciudad ante Aníbal dando paso a la 2da. guerra púnica, Morbiter con los musulmanes, Murviedro, Sagunto....


"Esa ciudad fue con mucho la más rica al otro lado del Ebro y está situada a casi mil pasos del mar; dicen ser originarios de la isla de Zacinto y están mezclados también algunos procedentes de Ardea, del pueblo de los Rútulos; por otra parte sus bienes habían aumentado hasta ese punto en poco tiempo ya sea por los recursos marítimos o terrestres ya por el incremento de la población ya por la integridad de su formación, por la cual respetaron la alianza con el aliado hasta su propia ruina"

(Tito Livio. Ab Urbe condita, XXI, 7)



"Aníbal levantó el campo y avanzó con sus tropas desde Cartagena, marchando hacia Sagunto...Aníbal, pues, acampó allí y estableció un asedio muy activo, ya que preveía muchas ventajas para el futuro si conseguía tomar la ciudad por la fuerza. Creía, en primer lugar, que quitaría a los romanos la esperanza de trabar la guerra en Hispania, y después que, si intimidaba a todos, volvería más dóciles a los ya sometidos a los cartagineses, y más cautos a los iberos que conservaban todavía independencia. Pero lo principal era que, al no dejar atrás ningún enemigo, podría continuar su marcha sin ningún peligro. Además, suponía que iba a disfrutar de recursos en abundancia para sus empresas, que infundiría coraje a sus soldados con la ganancia que cada uno lograría, y con el botín que enviaría procuraría la prosperidad de los cartagineses residentes en la metrópoli. Haciendo tales cálculos, proseguía el asedio con firmeza..."

(Polibio. Historias, III, 17, 1-8)


"...El propio Aníbal animaba en el sitio por donde se hacía avanzar una torre móvil que ganaba en altura a todas las fortificaciones de la ciudad. Cuando esta torre, una vez arrimada a las murallas, las barrió de defensores con las catapultas y ballestas colocadas en todos sus pisos, Aníbal, convencido de que era el momento oportuno, envió a unos quinientos africanos con zapapicos para socavar la base de la muralla. No era una tarea difícil, porque no se le había dado consistencia a las piedras a base de mortero, sino que estaban unidas con barro según el antiguo sistema de construcción, de modo que el muro se venía abajo en otros puntos además de los que recibían los embates, y por las brechas abiertas con los desmoronamientos penetraban en la ciudad grupos de hombres armados.

Ocupan además una posición elevada y, concentrando allí las catapultas y ballestas, levantan un muro para tener dentro mismo de la ciudad un fortín como ciudadela dominante. Por su parte los saguntinos levantan un muro interior delante de la zona de la ciudad no ocupada aún..., pero protegiendo el interior los saguntinos hacen la ciudad cada día más pequeña."


(Tito Livio. Ab urbe condita, XXI, 11)


"Por fin, tras ocho meses de asedio,...los saguntinos se refugiaron en la ciudadela y entraron en conversaciones, con el fin de saber si podían esperar su salvación de un compromiso honorable. Pero como Aníbal no ponía condiciones aceptables y ninguna ayuda llegaba de Roma, pidieron que se suspendieran los asaltos, diciendo que iban a discutir sobre su situación. En el curso de esta tregua, reunieron sus bienes más apreciados y los lanzaron al fuego. Los que no podían combatir se mataron. Los que podían hacerlo se lanzaron en masa contra los enemigos y fueron cortados en pedazos, con las armas en la mano."

(Dión Casio. Historia Romana)