miércoles, octubre 29, 2008

No sé...

El frío provoca hastío, desidia, recogimiento y pereza.

Hay quién gusta de fríos paseos otoñales, incluso cometen el sacrilegio de madrugar los domingos para congelarse de frío y así poder agradecer al sol la tibieza de sus rayos a media mañana. Todos los gustos son posibles y todas las posibilidades conforman un menú de apetencias por satisfacer. Yo escojo el verano, su prólogo y su desenlace, pero su fin me provoca recogimiento y echo de menos muchas cosas de las tardes de verano, tiene más vida. Al menos el otoño nos regala la hora que nos quitaron en primavera, ¿qué hicisteis durante esa hora?


Helmut Newton, dressed



[ Descubre la diferencia... aparte de lo obvio, claro... ]

Helmut Newton, naked

... y sí, de nuevo Helmut Newton

Dressed & Naked

lunes, octubre 27, 2008

Domingo, ayer...



Helmut Newton, 1962

viernes, octubre 24, 2008

Buenas noches



No me lo quites...



Modelo y diseño: Maya Hansen

sábado, octubre 18, 2008

Sábado


Pongámonos las pilas, recojo la semana, limpio los días y me voy a la carretera.

No compres ropas complicadas, házte la vida más fácil y sencilla, la plancha debería desaparecer de nuestras vidas, no conozco a nadie que le guste planchar, ¿o si?

Creo que en las tiendas y en las casas tenéis demasiados aparatos eléctricos, ¿en verdad son tan necesarios?. Adoro las cocinas limpias y despejadas, sin lavavajillas ni microondas, sin cafeteras eléctricas ni sandwicheras, sin freidoras, sin licuadoras ni yougurteras, sin robots ni exprimidores...

viernes, octubre 17, 2008

Buenas noches

miércoles, octubre 15, 2008

His favourite Girl, Jack Vettriano

Jack Vettriano

His Favourite Girl

Oleo sobre lienzo
32 x 28 inches




Jack Vettriano

The Assessment [el examen]

Oleo sobre lienzo
32 x 28 inches




Jack Vettriano

Fetish

Mis Relatos Semanales


TINTERO VIRTUAL CCCLXIV:

"El Oscuro Pasajero"





Los hechos que voy a narrar sucedieron hace cuatro años y mi vida cambió en todos los aspectos. Conocí a Eva en la Feria del Libro, ambos firmábamos nuestra obra en una caseta bajo el techo de la misma editorial. En nuestro último día como estrellas melifluas y efímeras me ofrecí a acompañarle al hotel y me invitó a subir. No pude negarme, había algo en ella que despertaba en mi un pasajero oculto al que todavía no conocía. Quizá fueron sus suaves medias, o la liga que asomaba tímida con sus movimientos, o el encaje que veía gracias a su escote, el detalle de no ver nunca sus piernas cruzadas, siempre con falda, ligeramente separadas y alto tacón. Ese día llevaba todo eso y botas, cuando me agaché a recoger un folleto que cayó de sus manos me quedé un instante que pareció eterno allí abajo, a sus pies, y al elevar la mirada despacio desde la punta de sus botas y alcanzar el final que rebasaba su rodilla, pude comprobar que aquellas piernas continuaban hacia el infinito.

En cuánto la puerta de la habitación se cerró tras nosotros me agarró de la corbata llevándome a sus labios, mis manos fueron torpes y se precipitaron a arrancar su ropa y ella me frenó. Situada frente a mi y a espaldas de la cama comenzó a desnudarse despacio, me pidió que me sentara en un sofá y se desprendió de lo más superficial quedando ante mi una preciosa mujer con medias, botas altas, corsé con ligas y nada más; y así mostraba su sexo totalmente rasurado y lo ofrecía para mi. Se dio la vuelta, dobló la espalda hacia la cama apoyando sus manos en ella y me mostró su precioso trasero mientras decía: “Es para ti, mi señor”, yo seguía esperando más y más de aquella actuación, se dio la vuelta y abrió la cama, entre las sábanas había una fusta de cuero que me ofreció: “Me gustaría que fuera para ti, si la aceptas serás mi Amo”. En aquél momento yo no era consciente de lo que suponía aquella entrega por parte de ambos, sólo sé que el morbo era ese oscuro pasajero que siempre había llevado oculto y que ella me enseñaba a mostrar y a usarlo con ella.

Teníamos citas esporádicas, lo llamaba “sesiones”, le gustaba que le insultara mientras follábamos como salvajes, que me agarrara a su pelo como si fueran las crines de mi yegua y la sometiera a cuatro patas como una perra, mi perra. Y así, sesión tras sesión, fue demandando más y más de mi, su Amo y Señor; me rogaba tiranía y castigos y tras ellos se mostraba tan dulce y melosa, tan orgullosa de sentir mi polla hinchándose en su boca y no detenerse nunca que aquello me parecía un regalo de alguno de los cielos. Una noche la bauticé y la hice totalmente mía, para mostrarlo al resto de los hombres le puse un collar negro, fino y de cuero. Era mía...
Seguía pidiendo más y más, azotes, palmadas, cachetes y golpes con la fusta, hasta el punto de necesitar que le dejara marcas para así acariciarlas en nuestras ausencias.

Llegó el día en que la sensatez y, sobretodo, la urgencia de mi novia formal por casarnos me hizo tomar una drástica decisión. Aquél juego debía llegar a su fin. Hablé con Eva, le expuse el final y me propuso una última sesión. Fue la más apasionada, dura y salvaje de todas. Salí de la habitación desconcertado, sentía alivio y por otro lado desazón por el adiós a esa droga que me había enganchado. Estuve paseando varias horas sin destino, deambulando, escuchando a las furcias de la noche y al silencio.

Al día siguiente Luisa, mi novia, me sorprendió al salir del trabajo, llevaba cena para preparar y una película que siempre queriamos ver juntos, “El corazón del ángel”, un Robert de Niro diabólico convertido en Louis Cyphre y un Mickey Rourke que seguía despuntando y mientras disfrutábamos de ella, de la cena y de caricias, de pronto empezaron a sonar golpes en la puerta hasta derribarla, fue todo demasiado deprisa. Una docena de policías invadía mi casa y me llevaban detenido por delito de agresión, maltrato y violencia de género. Luisa no entendía nada y cuando se lo conté hizo todo lo posible para ayudarme a salir de allí. Vaciaron mi disco duro y entre sentencias y revisiones se pudo demostrar que la historia con Eva fue consentida. Luisa me dio un beso cuando mostró mi inocencia y desapareció para siempre, la editorial nos vetó a los dos escritores y ahora lo único que escribo son esquelas y epitafios.

Han pasado cuatro años y todavía sigo masturbándome pensando en Eva...


[ecumedejours]



Fotografía de Vlad Gansovsky

viernes, octubre 10, 2008

¡¡Vamos allá!!


jueves, octubre 09, 2008

Solitude


Si al llegar a casa no estás, ¿qué hacer? y si al liarme entre las sábanas de la noche no has venido,
¿qué hacer?

Y si despierto, y me deslío y tampoco estás, ¿qué puedo hacer?


viernes, octubre 03, 2008

Automne, autumn, otoño






Ahora sí que echo de menos el calorcito en la noche, ahora, en este instante... ha nacido el otoño.

jueves, octubre 02, 2008

Desde los tejados...



... buenas tardes



A r n a u d F r i d c h

Passage d'averse sur Paris,
" acte deux ",
Paris, France. © 2002

miércoles, octubre 01, 2008

Un paseo

¿Otoño?, no, de eso nada.


Ya de regreso en Madrid, tras dos meses en mi playa, cada mañana que salgo a echar un cigarrillo miro al cielo y paseo mis pensamientos humeantes, cuando vuelvo a entrar cual hormiguita obrera les digo a mis colegas:


"¡Hoy también hace día de playa!"


Quizá el otoño ya esté de manifiesto en París...


¿un paseo por el Passage Vivienne?




A r n a u d F r i c h
P a s s a g e V i v i e n n e
P a r í s

Las Aventuras Africanas de Giuseppe Bergman


MANARA


Parte 2ª - Entrega 21