martes, marzo 31, 2009

domingo, marzo 29, 2009

Domingo....


Ralph Gibson

Mis Relatos Semanales

TINTERO VIRTUAL CCCLXXIX

Amores Difíciles






Sad Song Blues



Vamos, no sé si hace frío en la calle
Sólo sé que yo estoy bien, caliente
“Y no necesito más”, me repito a mi misma
Sin dejar de mirar al gato, “no necesito más”

Cada uno tiene su camino, a veces se juntan
A veces nuestros caminos se rozan, otras tropiezan
Otras veces se pierden ¿para siempre?, Yeah!
Eso, nena, nadie lo sabe

...................



( El volumen del saxo, del piano y los coros, desciende poco a poco con un fade off que da entrada a la entrevista en el programa musical de Radio seis)

Esta es la canción favorita de Virginia y número uno en la lista de las mejores canciones del año pasado. A pesar de su ritmo ágil y activo, tanto la música como la letra, nos muestra una clara resignación hacia el amor perdido. Te hemos visto llorar y también sonreír cuando cantas este blues, mucho se ha escrito sobre ello. Hay quién habla de cobardía por no buscar el encuentro en esos paseos o por la huída del otro de sí mismo. Háblanos de este éxito.

El Amor no es egoísmo, es un tenaz desprendimiento capaz de ponerte en la piel del otro. Por eso es tan difícil... El placer de un amor ligero y divertido está a una distancia astronómica de la felicidad que procura un amor sincero y discreto. En esta canción queda de manifiesto el amor y el respeto, y lo que vosotros llamáis resignación no es más que el agradecimiento por haber vivido ese amor en la vida. La mayoría de los seres humanos morirán sin saber lo que es. Si tú lo hubieras vivido entenderías el arco iris que aparece en mi rostro cuando la sonrisa se mezcla con alguna furtiva lágrima de melancolía. ¿Lo entiendes?

(El volumen del saxo, del piano, los coros y la voz blanquinegra de Virginia comienza a crecer con un fade in cerrando la breve entrevista)



.............................


Te imagino paseando, comprando la prensa
Sin prisas, hacia la terraza de un bar
Eres de los que gustan sentir la tibieza del sol
La tibieza del sol en las mañanas frías de invierno

En esos paseos un rayo atraviesa en algún instante tu cerebro
Y taladra tu parte soñadora, y empuja un resorte
Y, por un momento, te olvidas de todo y te encuentras contigo
Para volver a huir de ti mismo, ¿para siempre?, Yeah!


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ecumedesjours


sábado, marzo 28, 2009

viernes, marzo 27, 2009

... ¡Viernes!

Alex Kristov

miércoles, marzo 25, 2009

Buenos días ricos en sol


Guido Argentini

martes, marzo 24, 2009

Buenas noches






Trevor Watson

lunes, marzo 23, 2009

Primavera


viernes, marzo 20, 2009

Apenas nos dimos cuenta....


Hoy, a las 12:44, ha ocurrido algo apenas imperceptible, el equinoccio de primavera o equinoccio vernal. El Sol, actualmente en Piscis, se sitúa en el equinoccio, dando comienzo a la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el sur. La palabra equinoccio proviene del latín, “equi” igual y “nocte” noche. Se denomina así porque la noche de este día durará lo mismo que el periodo de luz, doce horas.

Un equinoccio es cualquiera de los dos momentos en el año, en los que el sol se coloca exactamente por encima del ecuador. Esto provoca que, por dos únicos días, la longitud del día y de la noche sean exactamente la misma.



En el equinoccio de marzo suceden los siguientes cambios en nuestro planeta:

• En el polo Norte, pasarán de una noche de 6 meses a un día de 6 meses

• En el hemisferio norte, pasaremos del invierno a la primavera

• En el hemisferio sur, pasarán del verano al otoño; equinoccio autumnal

• En el polo Sur, pasarán de un día de 6 meses a una noche de 6 meses

Y en Japon comerán Ohagi, un dulce exquisito...


El equinoccio de primavera, marca el inicio de las siembras, y por tanto, de la fertilidad de la tierra

Preparemos las semillas


Mis Relatos Semanales



Tintero Virtual CCCLXXXIV

"La Nevada"



El coche avanzaba suavemente por la autovía bajo un cielo gris y denso hasta que, siguiendo el mapa y las indicaciones, encontraron la salida hacia la carretera comarcal. Cruzaron dos pueblos, dejaron atrás la carretera y se equivocaron un par de veces al desviarse por más caminos. Mientras tanto el cielo quedó suspendido y comenzó a nevar.

Virginia te pidió que te detuvieras y se dejó embadurnar por la nieve, parecía no atreverse a tocarla por temor a romperla. Llevaste la mano a tu pecho buscando en el interior de tus ropas. En el bolsillo de la camisa llevabas una cajita. La sacaste, la abriste y cogiste el anillo de oro apretándolo en tu mano cerrada. Bajaste del coche y le diste un beso largo, de los que hacen perder la conciencia; fue un beso tan largo que cuando despertasteis la nieve os cubría al igual que hacía ya con los caminos. Aquella alianza ardía cada vez más en tu mano apretada, pero la realidad os llevó de nuevo al coche, a arrancar y buscar el camino hacia esa cabaña paradisíaca donde la chimenea ya estaría preparada y encendida, donde pasar 48 horas encerrados en vuestra propia dimensión ajenos al resto de la Humanidad entre cristales turbios por vuestros alientos, donde enlazarla a tu vida con ese anillo que has guardado durante nueve años.

Y muy despacito continuaron el camino oculto bajo el manto de la nieve, los árboles a cada lado les sirvieron de guías y llegó un momento en que las ruedas del coche ya no quisieron obedecer. El atardecer semioculto entre la nieve que no cesaba daba paso, poco a poco, a la oscuridad. Y así fue como la noche les mostró el camino. Antes de oscurecerse del todo vieron las luces de una cabaña encendida, estaba a pocos metros que resultaron costosos por el espesor de la nieve y el dudoso camino. Cogieron las mochilas. En la mano apretada el anillo ardía inquieto hasta casi quemarle, y con la otra mano tomó la de Virginia. No hubieron reproches, ni quejas, silencio al principio y, viendo que todo iba bien y que la cabaña se acercaba, se miraron y sonrieron pensando en la aventura y deteniéndose a contemplar el resplandor de las últimas luces de la noche sobre la nieve virgen calmaron sus pasos que a veces eran trotes y tropiezos. Cayeron, rieron y se besaron y tú no soltaste el anillo a pesar del olor a carne asada.

Por fin llegasteis a las puertas de la cabaña, el anillo quemaba tu mano aferrada. Virginia soltó la mochila y se echó a tus brazos, la miraste, movió la nariz sintiendo el olor, se separó unos centímetros de ti, te arrodillaste, tomaste su mano, sacaste el anillo ardiente y al quemar la yema de tus dedos cayó la brillante alianza fundiendo a su paso toda la capa de nieve que atravesaba hasta sembrarse entre la tierra. Cogisteis una vara y la clavasteis en la sima que dejó como rastro vuestra alianza y, sin darle la mayor importancia ni tomarlo como una perdida, la llevaste en brazos al interior frente al fuego cómodo y confortable y ...

.......... comieron muchas perdices.
[ecumedesjours]


miércoles, marzo 18, 2009

Vamos allá

1er. Premio Especial
Falla Nou Campanar


Ninot Indultat
Falla Quart-Palomar




domingo, marzo 15, 2009

Domingo...

Trevor Watson

miércoles, marzo 11, 2009

Me gusta mirar...



Escasos nueve minutos, bello y espectacular. Un trabajo de dos años rodado en un día...

viernes, marzo 06, 2009

Un despacho en las nubes...


...para mi viernes



y Feliz Fin de semana

jueves, marzo 05, 2009

Marzo...

Richard Williams

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miércoles, marzo 04, 2009

Buenas noches


Richard Williams


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