domingo, diciembre 25, 2011

miércoles, diciembre 21, 2011



martes, diciembre 20, 2011




Hace frío, mucho, dentro y fuera de mi. Hace más de 3 años que no cojo una gripe (toquemos madera) y no se lo debo al desvelo de la Trini, exministra de Sanidad y exministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, que nos llevó a una compra masiva y desorbitada de .... ¡agárrate! 13.000.000 de vacunas de las cuales solo se inocularon menos de 3.000.000, ¿que pasó con el resto? Enviadas de nuevo a los laboratorios para su destrucción, ea, 42.000.000 de euracos a la basura ¡toma ya!. Los laboratorios farmacéuticos nunca pierden, hoy lloran las farmacias porque el Estado no les paga la parte que asume de cada medicamento recetado por tu médico de cabecera o especialista. Siempre he alucinado con la mafia farmacéutica, los traslados millonarios de las farmacias eran un privilegio para ricos, el decorado de estas suele recordarme al de las joyerías más elitistas, mármoles, cristales, espejos y materias nobles envuelven a los dependientes mientras nos preparan nuestro medicamento, los salarios de los mancebos, con todos mis respetos, son una mierda y suelen tener a gente recien licenciada tras una carrera de cinco años y un FIR de otros tantos. Señores farmacéuticos, en el fondo, me alegro de que bajen de su galaxia y se pongan al mismo nivel que cualquier empresario pequeño que decidió invertir ahorros y esfuerzo en montar un negocio. Que les den ajo y agua. Está todo patas arriba porque nunca nada estuvo en su sitio.

sábado, diciembre 03, 2011

Cuando el silencio grita y estalla en el alma


[Gracias hermano por hacerme llegar este momento mágico que pudiera darse en cualquier ciudad del mundo, en nuestro país al que amo y del que me avergüenzo tanto o más como cualquier italiano]




El pasado 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió enfrentarse a la realidad. Italia festejaba el 150 aniversario de su creación y en esta ocasión se representó en Roma la ópera Nabucco, de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Ricardo Muti.

Nabucco evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y el famoso canto "Va pensiero" es el canto del coro de esclavos oprimidos. En Italia, este canto es un símbolo de la búsqueda de la libertad (en los años en que se escribió la ópera, Italia estaba bajo el imperio de los Habsburgo).

Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso en el que denunciaba los recortes del presupuesto de cultura que estaba haciendo el Gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y había sido ministro de Berlusconi. Esta intervención del alcalde, en presencia de Berlusconi que asistía a la representación, produjo un efecto inesperado.

Ricardo Muti, director de la orquesta, declaró al "Times":

"La ópera se desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto "Va pensiero". Inmediatamente sentí que el público se ponía en tensión.


Hay cosas que no se pueden describir, pero que uno las siente. Era el silencio del público el que se hacía sentir hasta entonces, pero cuando empezó el "Va Pensiero", el silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y tan perdida."


Cuando el coro llegaba a su fin, el público empezó a pedir un bis, mientras gritaba "Viva Italia" y "Viva Verdi". A Muti no le suele gustar hacer un bis en mitad de una representación. Sólo en una ocasión, en la Scala de Milan, en 1986, había aceptado hacer un bis del "Va pensiero".

"Yo no quería sólo hacer un bis. Tenía que haber una intención especial para hacerlo" - dijo Muti -. En un gesto teatral, Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi a la vez, y se oyó que alguien entre el público gritó: "Larga vida a Italia". Muti dijo entonces:

"Sí, estoy de acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30 años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo. Hoy siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición de un bis del "Va Pensiero". No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro que cantó "Ay mi país, bello y perdido", pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria, estaría de verdad "bella y perdida".
Muchos aplausos, incluidos los de los artistas en escena. Muti prosiguió.

"Yo he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos juntos el "Va pensiero".


Toda la ópera de Roma se levantó. Y el coro también. Fue un momento mágico. Esa noche no fue solamente una representación de Nabucco, sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos.