sábado, mayo 31, 2008

Una sonrisa



......... y un paseo

viernes, mayo 30, 2008

tus labios...



... buenas noches

jueves, mayo 29, 2008

Mis Relatos Semanales





Cuentos 1001 palabras LXXV: Después del conflicto

"Revolución"



Los rayos del sol apuntaban con fuerza, y caían intensos sobre el sucio asfalto de las calles levantando olores humanos que impregnaban con repulsión mis fosas nasales, y llegaban a penetrar mi garganta llevándome a la nausea y al vómito posterior. Acres, ácidos, orines y sudores me hacían sentir repulsión por la masa humana que caminaba detrás y delante de mi. Intentaba que aquella masa que avanzaba por la avenida no me rozara. Caminaba encogida con las manos en los bolsillos y mirando el suelo para no pisar más restos que aquellos humanos sin escrúpulos soltaban en cualquier lugar de la vía pública. No estaba previsto que el calor de un verano llegara en primavera, tampoco estaba previsto que yo me quedara sin trabajo, como ellos. ¿Crisis?, ¿qué crisis?, el país va bien, dijeron, la economía reflota, insistieron, el mundo es feliz y nosotros no existíamos para ellos. Caminábamos en la misma dirección hacía la oficina de desempleo y conforme me acercaba el olor era más profundo y nauseabundo. La cola era inmensa y mi estómago estaba demasiado vacío como para llegar a superar la extraña jornada que me esperaba.

Me desperté en un callejón oscuro desnuda, sucia y con el peso de dos cuerpos desplomados sobre mi; uno estaba muy frío y el otro balbuceaba sonidos lastimeros. El cuerpo frío estaba muerto y me puse su gabardina apestosa y ensangrentada. Había estallado una revolución y yo me había quedado fuera de todo. No había necesidad de llaves para entrar en mi casa vacía, los bancos se habían apoderado de mis pertenencias y mi gatita estaba escondida en un armario. Me abracé a ella y salí a la calle a mendigar para las dos, pero no había nada qué mendigar. Nos arrastramos por carreteras y caminos abandonados hasta que el roce de unas balas por mi cuerpo me tumbaron en la cuneta. El terror paraliza y más todavía cuando se desconocen los motivos y las procedencias. Y allí, inmóvil, estuve hasta que unos hombres volvieron a arrastrarme hacía unas trincheras donde me violaron uno tras otro. Yo no sentía nada, seguía teniendo el olor nauseabundo pegado en mis entrañas, el olor ajeno se había mezclado con el mío propio hasta que alguien debió sentir lástima por mi y me arrastró hasta su lecho. Esperaba más golpes cuando recibí caricias de una anciana que soltaba disparates y juramentos contra la maldad de los hombres. Y a sus cuidados me entregué y como madre la adopté y pasaron los días, las noches y los meses mientras en mi vientre se gestaba la vida de algún desgraciado como yo. La Revolución fue efímera y sofocada por un ejército de cascos azules que, avergonzados, quisieron esconder el horror y la miseria que había estallado ante el hambre de una sociedad educada como capitalista que se había quedado sin valores, sin orgullo, sin nada.

La humanidad quiso esconder el estallido y el transcurso de aquél conflicto que yo ya no podría borrar jamás. Y llegó el momento del parto y un dolor sacudía mis entrañas y yo no quería darle la vida a aquél pequeño sin culpa y me negué a su nacimiento. Cerré mis piernas conteniendo las contracciones de mi vientre, las crucé haciendo más fuerza que el dolor y sentía como aquella pequeña cabecita quería salir y no la dejé. Y así nos encontró la anciana que volvió a arrastrarme y nos enterró como pudo en una zanja que fue trinchera para convertirse en mi sepultura después de aquél conflicto. Y las semillas decidieron posarse en la tierra de mi polvo, y crecieron, y florecieron y me escondieron para siempre.

[ecumedesjours, Relato ganador]


miércoles, mayo 28, 2008

Buenas noches

viernes, mayo 23, 2008

Die zauberflöte - Acto II, escena 7


La Flauta Mágica

Mozart





Overtura

Acto I - Escena 1
parte 1ª
parte 2ª
parte 3ª
parte 4ª


Acto I - Escena 2
Acto I - Escena 3
Acto II - Escena 1
Acto II - Escena 2
Acto II - Escena 3
Acto II - Escena 4
Acto II - Escena 5
Acto II - Escena 6
Acto II - Escena 7
Acto II - Escena 8
Acto II - Escena 9
Acto II - Escena 10





Szene 7

(einer kurzen Garten.
Die Drei
Knaben fahren herunter.)

21. Finale

DIE DREI KNABEN

Bald prangt,
den Morgen zu verkünden,
Die Sonn auf goldner Bahn.
Bald soll der
Aberglaube schwinden,
Bald siegt der weise Mann.
O holde Ruhe, steig' hernieder,
Kehr' in der Menschen
Herzen wieder;
Dann ist die Erd'
ein Himmelreich,
Und Sterbliche den
Göttern gleich.

ERSTER KNABE

Doch seht,
Verzweiflung quält Paminen!

ZWEITER, DRITTER KNABE

Wo ist sie denn?

ERSTER KNABE

Sie ist von Sinnen!

DIE DREI KNABEN

Sie quält verschmähter
Liebe Leiden.
Laßt uns der Armen
Trost bereiten!
Fürwahr, ihr Schicksal
geht uns nah!
O wäre nur ihr Jüngling da!
Sie kommt, laßt
uns beiseite gehn,
Damit wir,
was sie mache, sehn.

(Sie gehen beiseite.
Pamina kommt,
mit einem Dolch in der Hand.)

PAMINA

(zum Dolch)
Du also bist mein Bräutigam?
Durch dich vollend' ich
meinen Gram.


DIE DREI KNABEN

(beiseite)
Welch dunkle Worte
sprach sie da?
Die Arme ist
dem Wahnsinn nah.


PAMINA

Geduld, mein Trauter,
ich bin dein;
Bald werden wir
vermählet sein.

DIE DREI KNABEN

Wahnsinn tobt ihr im Gehirne;
Selbstmord steht auf
ihrer Stirne.

(zu Pamina)

Holdes Mädchen,
sieh uns an!

PAMINA

Sterben will ich,
weil der Mann,
Den ich nimmermehr
kann hassen,
Sein Traute kann verlassen.

(auf den Dolch zeigend)

Dies gab meine Mutter mir

DIE DREI KNABEN

Selbstmord strafet
Gott an dir!

PAMINA

Lieber durch dies
Eisen sterben,
Als durch
Liebesgram verderben!
Mutter, durch dich leide ich,
Und dein Fluch
verfolget mich!

DIE DREI KNABEN

Mädchen,
willst du mit uns gehn?


Escena 7

(Un jardín. Los tres muchachos
descienden suspendidos de lo alto.)

21 Final

LOS TRES MUCHACHOS

Pronto brillará,
para anunciar la mañana,
el Sol en su órbita dorada.
Pronto se disipará
la superstición,
pronto vencerá
el hombre sabio.
Oh noble sosiego, desciende,
regresa al corazón
de los humanos;
será la Tierra
un reino celestial
y los hombres serán
como dioses.

PRIMER MUCHACHO

Pero mirad, la desesperación
atormenta a Pamina

SEGUNDO, TERCER MUCHACHO

¿Dónde se encuentra?

PRIMER MUCHACHO

Ha perdido el juicio.

LOS TRES MUCHACHOS

La atormentan
los sufrimientos
del amor desdeñado.
¡Vayamos a consolar
a esa pobre!
¡Su destino nos toca de cerca!
¡Oh, si su joven estuviese aquí!
La muchacha llega,
ocultémonos
y así podremos ver
lo que hace.

(Se ponen a un lado.
Entra Pamina
con un puñal en la mano.)


PAMINA

(al puñal)
¿De manera que
tú eres mi novio?
¡Tú pondrás fin
a todas mis penas!

LOS TRES MUCHACHOS

(para ellos)
¿Qué significan esas
oscuras palabras
que ha dicho?
La pobre está
al borde de la locura.

PAMINA

Paciencia, querido, soy tuya,
pronto estaremos desposados



LOS TRES MUCHACHOS

Su cabeza está tocada
por la locura;
en su frente aparece
el suicidio.

(a Pamina)

¡Noble muchacha,
míranos!

PAMINA

Quiero morir porque el hombre
al que nunca podré odiar
ha abandonado a su amada.



(señalando el puñal)

Esto me lo dio mi madre.

LOS TRES MUCHACHOS

Dios te castigara
por el suicidio.

PAMINA

Mejor morir por este hierro
que perecer por
penas de amor.
Madre, sufro por ti
y tu maldición me persigue.



LOS TRES MUCHACHOS

Muchacha,
¿quieres venir con nosotros?
















PAMINA
Ha, des Jammers Maß ist voll!
Falscher Jüngling, lebe wohl!
Sieh, Pamina, ach!
stirbt durch dich,
Dieses Eisen töte mich!

(Will sich erstechen.)

DREI KNABEN
(halten ihr den Arm)
Ha, Unglückliche, halt ein!
Sollte dies dein Jüngling sehen,
Würde er vor Gram vergehen;
Denn er liebet dich allein.

PAMINA
(erholt sich)
Was?
Er fühlte Gegenliebe,
Und verbarg mir seine Triebe,
Wandte sein Gesicht vor mir?
Warum sprach er nicht mit mir?

DIE DREI KNABEN
Dieses müssen wir verschweigen,
Doch wir wollen dir ihn zeigen!
Und du wirst mit Staunen sehn,
Daß er dir sein Herz geweiht,
Und den Tod für dich nicht scheut.
Komm, wir wollen zu ihm gehen.

PAMINA
Führt mich hin,
ich möcht' ihn seh'n!

ALLE
Zwei Herzen,
die von Liebe brennen,
Kann Menschenohnmacht
niemals trennen.
Verloren ist der Feinde Müh',
Die Götter selbst schützen sie.



(Gehen alle ab.)

PAMINA
¡Ay, la medida de mi dolor
está colmada!
¡Joven pérfido, adiós!
Mira, Pamina muere por ti:
que este hierro me mate.

(va a clavárselo)

LOS TRES MUCHACHOS
(le sujetan el brazo)
¡Alto, infeliz! ¡Deténte!
Si tu joven viera esto
moriría de dolor;
pues te ama únicamente a ti


PAMINA
(se recobra)
¿Cómo?
¿Ha correspondido a mi amor?
¿Y me ha ocultado sus inclinaciones,
y ha apartado de mí su rostro?
¿Por qué no me habló?

LOS TRES MUCHACHOS
Eso debemos callarlo,
¡pero vamos a mostrártelo!
Y verás con asombro
que te ha consagrado su corazón
y que por ti no teme a la muerte.
Ven, vayamos adonde está.




PAMINA
¡Llevadme allá,
quisiera verlo!

TODOS
Dos corazones
que arden de amor
ninguna impotencia humana
podrá nunca separarlos
Vanos serán los esfuerzos
de los enemigos,
pues los propios
dioses los protegen.

(salen todos)

Y... nada más que...

... los sueños jamás me abandonen, son todos míos, egoistamente míos.






A r n a u d F r i c h
Chambre d'une suite,
Intercontinental Paris Le Grand
Paris © 2007

jueves, mayo 22, 2008

te echo de menos....

Anhelo volver a tocarte...

martes, mayo 20, 2008

ouh...

Bonita voz, preciosa canción, bellos sentimientos, el tesoro de la amistad... La sonrisa, el mejor regalo, un bellísimo arcoiris en el rostro.

sábado, mayo 17, 2008

dáme color


viernes, mayo 16, 2008

Buenas noches



A r n a u d F r i c h
The Eiffel Tower & its reflection,
Paris, France. 2000


.

miércoles, mayo 14, 2008

Pensamientos de escritora



Una vez leí a un escritor ( digo escritor porque ha publicado, no porque lo sea.... que ya lo pongo en duda ) que decía que para ser un buen escritor se ha de ser un hijo de puta. Esta aseveración se me quedó grabada y creo que algo de cierto hay en ella.




Quiero ser escritora y voy a conseguirlo.




He acudido a talleres y los he abandonado, es muy dificil estar sometido a unas normas dictadas y rodeada de gente de diferentes niveles, normalmente bajos, cuando se es orgulloso y sobretodo cuando sientes que pierdes el tiempo. Leyendo se aprende, pero llega un momento en que la lectura se desplaza al ansia de ser tú la creadora y por ello cada vez leo menos. He participado en concursos mediocres repartidos por Internet y he comprobado que ese hijoputismo existe. La envidia corroe, se expande y acaba por joderte si eres un ser sensible. Lo importante es saberse buena y continuar. Lo más importante es la constancia, vayamos a ello.




He comprobado que el mayor peligro para una mujer es otra mujer. La mujer es una Diosa, pero cuídate de la mujer-serpiente, querrá devorar toda competencia cueste lo que cueste y se habrá labrado un poder a su alrededor capaz de engullir la voluntad de quiénes le rodean hasta el punto de aliarse con ella creyéndose inocentes. Huye, escapa, retírate y ejerce la misantropía. Céntrate en ti, sé muy egoista pequeña, cierra tus orejas, encarcela tu corazón y deja que tu cerebro se expanda con ese don maravilloso que posees: la imaginación, la sensibilidad y la capacidad crítica objetiva que posees. Guíate por tu intuición y continúa augurando el incierto y jodido futuro que te rodea ante tanta mediocridad. No creas en la suerte, no existe. Cree en tí misma y sé una atea convencida frente a la humanidad carente de conciencia y escrúpulos. Trabaja y sé constante, ora et labora, organízate. ¡Tú puedes!




.

martes, mayo 13, 2008

Adoro los libros....



.... y París



The Shakespeare & Co bookshop, Paris, France.
Arnaud Frich Photography, 1999



.

domingo, mayo 11, 2008

Mis Relatos Semanales


TINTERO VIRTUAL CCCXLI: "Entre fogones"


Armand es un cocinero excéntrico y apasionado. Su genio artístico le ha llevado a la cima de la Restauración, la conjunción de sabores logrados y la presentación de los platos ha revolucionado el mundo de tal forma que es requerido para todo tipo de proyectos y eventos de los cuales apenas ya le interesa alguno.

Le conocí saliendo de los estudios donde acababa de ser entrevistado, una charla breve que ya tenía pactada de antemano. Es un hombre muy atractivo, orgulloso, de aspecto y espíritu libre. Cuando le tuve frente a mi le pregunté por una de sus salsas más famosas y me mostró una sonrisa nostálgica que le llevó claramente a recordar. Le hablé de mi pequeña revista donde intentaba reunir cualquier expresión artística del momento y del apartado especial en que yo gustaba de localizar a las Musas y númenes que habían tras ellos. - ¿Quieres un café?, me respondió y yo acepté encantada.

Y así fue como, para mi sorpresa y sin esperarlo, supe de la existencia de una Musa tras Armand.

Un duermevela lo tenía entretenido una noche en que su lengua soñaba por él con un sabor, lo tenía en la puntita de la lengua y deseaba saborearlo. En un instante en que consiguió dormir el sabor fue extendiéndose cálido y dulce girando hacia tibio y con más fuerza, ya llegaba a la garganta cuando por fin iba a degustarlo y se despertaba una y otra vez. Decidió bajar a la cocina y buscar el sabor que invadía su sueño. Armand comenzaba a fundir una pizca de chocolate sin saber qué buscaba, estaba ensimismado en su lengua, en su sabor, calentó aparte un poco de agua y cuando estuvo tibia deshizo en ella unas pizcas de harina que espolvoreaba como un brujo mágico sin esparcir nada fuera del cuenco, mezcló el agua y la harina con aquella pizca de chocolate, no tenía prisa, mezcló todo aquello y apenas había elaborado una taza de aquél mejunje en el que introdujo un dedo y se lo llevó a la boca, cerró los ojos y escuchó una risa tras él. Silvia le estaba mirando mientras comía moras y fresas, a ella la despertó el hambre. Se acercó despacito a Silvia y fue siguiendo el rastro de un olor peculiar, familiar… El rastro le fue guiando hasta sus labios, Armand sacó la puntita de su lengua y la niña hizo lo mismo. Ambos sonrieron juntando sus lenguas. Acababa de encontrar el sabor de su sueño, una mezcla de chocolate tibio y el giro hacia las moras y las fresas despacio, lentamente, a fuego lento como los besos que saborearon aquella noche, tibios, dulces, cálidos.

Podían citarse en sus habitaciones, en la mejor suite del mejor hotel, pero siempre se encontraban en las cocinas. Al llegar la noche Silvia bajaba y encendía uno de los fuegos grandes, le seguía fascinando cada noche el zumbido de la llamarada, adoraba el calor en su rostro y en su pecho, se tumbaba sobre la mesa larga frente al fuego y esperaba a Armand. En aquella espera Silvia buscaba en la variada despensa comida, frutas, helados, zumos, frutos secos, miel… Él no siempre bajaba, a veces se dormía, otras estaba de viaje y otras veces, siempre en la Luna llena, bajaba a reír con su musa, a crear. Tenía veintiocho años y Silvia diecisiete, ella era virgen y a él le parecía un acto de dioses empaparse de los sabores de una doncella, eran juegos de cachorros. Adoraba a Silvia tal como era y no deseaba cambiarla, se besaban, se daban placer, pero nunca hicieron el amor. Armand había decidido esperar a que aquella juventud fuera dando paso a la mayoría de edad para amarla completamente. Pero... una noche Silvia le dijo a Armand que ya no podía volver con él, se había enamorado de un muchacho y habían hecho el amor. Armand sufrió un ataque instantáneo de dolor, fueron tres estacas a la vez, en el mismo instante, una dio en el estómago a la altura del ombligo, otra en el centro del pecho un poco hacia la izquierda, y la tercera en el cráneo, entre ojo y ojo. La vista de Armand se nubló, tuvo tiempo de sujetarse de la mesa y contener la respiración para que doliera menos, la cocina no resplandecía, los rostros estaban oscuros y fríos. Silvia se fue en silencio.

Después de aquella entrevista agridulce Armand desapareció del mundo de la fama. Solo yo sé que Armand sigue soñando con sabores y cuando llega la noche en luna llena baja a la playa desierta y olvidada, entra lentamente en el mar, dejando que el agua tibia del mediterráneo lo acaricie en cada poro, saca la puntita de su lengua y mezcla el sabor que trae de su sueño con el del mar.


[ecumedejours, 2º]




.

viernes, mayo 09, 2008

La sencillez



Una de las canciones más breves, sencilla y hermosa que he conocido. Apenas un minuto de Pink Floyd cantando a Vera en su fantástica obra “The Wall”



¿Alguién recuerda a Vera Lynn?

¿Recuerdas cuando decía
que volveríamos a encontrarnos
en un día soleado?

Vera!
Vera!

¿Qué ha sido de ti?

¿Alguien más aquí se siente como yo?


Y así cantaba la verdadera Vera Lynn aquella canción…

“We’ll meet again some sunny day”



We'll meet again, don't know where, don't know when
But I'm sure we'll meet again some sunny day

Volveremos a encontrarnos, no sé dónde, ni cuando
Pero estoy segura de que volveremos a encontrarnos cualquier día soleado.



Y mientras tanto el horror en un instante de la historia de la humanidad.



Parecen legiones romanas.... tenía motivos para ser engreído, poseía un numeroso ejército instruido e imbuido en su misma locura, una enajenación consciente, deliberada y colectiva, cruel, transitoria, destructiva y letal.

jueves, mayo 08, 2008

OK

"Y me tambaleaba
mientras reconocía mi carne.
Y era amante de todas las cosas
mientras hablaba con una chica."


Oskar Kokoschka

Versos del poema:
«Die träumenden Knaben»
[Los jóvenes soñadores]




Alma Mahler y Oskar Kokoschka abrazados, 1912
carboncillo y tiza blanca sobre papel marrón
43, 5 x 31 cm.
Leopold Museum, Viena




Pareja recostada, 1913
Estudio para "La novia del viento"
carboncillo, 32 x 45 cm.
Colección particular




Desnudo femenino recostado, 1953
lápiz de colores sobre papel
29,8 x 39, 8 cm.
colección particular




Diosa del mar, 1954
lápiz de colores sobre papel hecho a mano
23,3 x 31, 7 cm.
Graphische Sammlung Albertina, Viena




Mujer recostada sobre el brazo derecho (Mujer asiática), 1913
tiza negra y acuarela sobre papel de embalaje
30 x 43, 6 cm
colección particular

miércoles, mayo 07, 2008

Die zauberflöte - Acto II, escena 6



La Flauta Mágica

Mozart





Overtura

Acto I - Escena 1
parte 1ª
parte 2ª
parte 3ª
parte 4ª


Acto I - Escena 2
Acto I - Escena 3
Acto II - Escena 1
Acto II - Escena 2
Acto II - Escena 3
Acto II - Escena 4
Acto II - Escena 5
Acto II - Escena 6
Acto II - Escena 7
Acto II - Escena 8
Acto II - Escena 9
Acto II - Escena 10



ACTO II - Escena 6


Szene 6

PAPAGENO
(von außen)
Tamino! Tamino!
Willst du mich denn gänzlich
verlassen?


(Er sucht herein.)

Wenn ich nur wenigstens
wüßte, wo ich wäre bin!

(Er kommt an die Tür,
durch die
Tamino abgeführt worden ist.)

EINE STIMME
Zurück!

PAPAGENO
Barmherzige Götter!
Wenn ich nur wüßte,
wo ich hereinkam!

(Er kommt an die Türe,
durch die er hereinkam)

DIE STIMME
Zurück!

PAPAGENO
Nun kann ich weder vorwärts
noch zurück!

(Er weint. Der Erste Priester
tritt ihm entgegen)

ERSTER PRIESTER
Mensch! Du hättest verdient,
auf immer in finsteren Klüften
der Erde zu wandern;
die gütigen Götter entlassen
dich der Strafe.
Dafür aber wirst du das himmlische
Vergnügen der Eingeweihten
nie fühlen.


PAPAGENO
Je nun,
es gibt ja noch mehr Leute
meinesgleichen! Mir wäre
jetzt ein gutes Glas Wein
das himmlischtste Vergnügen.


(Ein großer Becher mit rotem
Wein tauch aus dem Boden auf)

Juchhe! Da ist er schon!

ERSTER PRIESTER
Sonst hast du keinen Wunsch
in dieser Welt?

PAPAGENO
Mir wird ganz wunderlich
ums Herz!
Ich möchte... ich wünschte...
Ja, was möcht ich denn?


Escena 6

PAPAGENO
(desde fuera)
¡Tamino! ¡Tamino!
¿Es que quieres abandonarme
del todo?

(entra buscando)

¡Si al menos supiese
dónde estoy!

(Llega a la puerta por donde
se llevan a Tamino.)


UNA VOZ
¡Atrás!

PAPAGENO
¡Dioses misericordiosos!
¡Si al menos supiese
por dónde he entrado!

(Se acerca a la puerta
por donde entró.)

OTRA VOZ
¡Atrás!

PAPAGENO
¡Pues ahora no puedo
ni avanzar ni retroceder!

(Llora. Se le acerca
el primer sacerdote.)

PRIMER SACERDOTE
¡Hombre!
Habrías merecido vagar
por siempre en los oscuros
antros de la Tierra.
Los dioses benignos
te condonan la pena.
Pero, a cambio,
nunca sentirás
las alegrías celestiales
de los iniciados.

PAPAGENO
Bueno,
hay mucha gente
igual que yo.
Las alegrías más celestiales
serían ahora para mí
un buen vaso de vino.

(Del suelo surge una gran
copa llena de vino tinto.)

¡Hurra! ¡Ya ha llegado!

PRIMER SACERDOTE
¿Y no tienes ningún otro
deseo en este mundo?

PAPAGENO
¡Siento algo muy extraño
en el corazón!
Quisiera...desearía...
Sí, ¿qué es lo que yo quisiera?




20. Arie

PAPAGENO
Ein Mädchen oder Weibchen
Wünscht Papageno sich!
O so ein sanftes Täubchen
Wär' Seligkeit für mich!
Dann schmeckte mir
Trinken und Essen,
Dann könnt' ich mit
Fürsten mich messen,
Des Lebens als Weiser
mich freun,
Und wie im Elysium sein!
Ein Mädchen oder Weibchen
Wünscht Papageno sich!
O so ein sanftes Täubchen
Wär' Seligkeit für mich!
Ach, kann ich denn keiner
von allen
Den reizenden Mädchen gefallen?
Helf' eine mir nur aus der Not,
Sonst gräm' ich mich
wahrlich zu Tod!
Ein Mädchen oder Weibchen
Wünscht Papageno sich!
O so ein sanftes Täubchen
Wär' Seligkeit für mich!
Wird keine mir Liebe gewähren,
So muß mich die Flamme verzehren!
Doch küßt mich ein
weiblicher Mund,
So bin ich schon wieder gesund!




(Die Alte, tanzend und
auf ihren
Stock dabei sich stützend)

ALTES WEIB
Da bin ich schon, mein Engel!

PAPAGENO
Du hast dich meiner erbarmt?

ALTES WEIB
Ja, mein Engel!

PAPAGENO
Das ist ein Glück!

ALTES WEIB
Und wenn du mir versprichst,
mir ewig treu zu bleiben,
dann sollst du sehen,
wie zärtlich dein Weibchen
dich lieben wird.

PAPAGENO
Nur nicht so hastig,
mein lieber Engel!
So ein Bündnis braucht
doch seine Überlegung.

ALTES WEIB
Papageno,
ich rate dir, zaudre nicht!
Deine Hand, oder du bist auf
immer hier eingekerkert.


PAPAGENO
Eingekerkert?

ALTES WEIB
Ohne Freundin mußt du leben,
und der Welt auf immer entsagen.

PAPAGENO
Der Welt entsagen?
Nein, da will ich doch lieber
die Alte nehmen, als gar keine.
Nun, da hast du meine
Hand darauf, daß ich dir
immer getreu bleibe.

(für sich)

solang ich keine Schönere sehe.

ALTES WEIB
Das schwörst du?

PAPAGENO
Ja, das schwör' ich!

(Das Weib verwandelt
sich in ein
junges Weib, das ebenso
gekleidet ist wie Papageno)

Pa-pa-Papagena!...

(Er will sie umarmen.)

ERSTER PRIESTER
Fort mit dir, junges Weib!
Er ist deiner noch nicht würdig!

(Er schleppt Papagena weg.
Papageno will ihnen nach)

Zurück sag ich.

PAPAGENO
Eh' ich mich zurückziehe,
soll die Erde mich verschlingen.

(Er sinkt hinab.)

O ihr Götter!

20 Aria

PAPAGENO
Una muchacha o una mujercita
es lo que Papageno desea.
¡Oh, una suave pichoncita
sería para mí la
bienaventuranza!
Entonces me sabrían bien
la comida y la bebida,
entonces podría competir
con los príncipes,
disfrutaría la vida
como un sabio
y estaría como en el Elíseo.
Una muchacha o una mujercita
es lo que Papageno desea.
¡Oh, una suave pichoncita
sería para mí la
bienaventuranza!
¡Ay! ¿Pero es que nunca
gustaré a ninguna de todas
esas encantadoras muchachas?
Que alguna me saque
de mi miseria; de lo
contrario, moriré de dolor.
Una muchacha o una mujercita
es lo que Papageno desea.
¡Oh, una suave pichoncita
sería para mí la
bienaventuranza!
¡Si ninguna me concede su
amor, me consumirán
las llamas!
¡Pero si me besa una
boca de mujer,
enseguida estaré
sano otra vez!

(Entra la mujer vieja, bailando
y apoyándose en el bastón.)


MUJER
¡Ya estoy aquí, ángel mío!

PAPAGENO
¿Te has apiadado de mí?

MUJER
¡Si, ángel mío!

PAPAGENO
¡Es una suerte!

MUJER
Y si me prometes serme fiel
por toda la eternidad,
verás el cariño
con que va a amarte
tu mujercita.

PAPAGENO
¡No tan deprisa,
ángel querido!
Es preciso pensarse bien
un vínculo de este género.

MUJER
Papageno, te lo aconsejo,
¡no titubees!
Tu mano, o para siempre quedarás
encarcelado aquí.

PAPAGENO
¿Encarcelado?

MUJER
Habrás de vivir sin una amiga
y renunciar al mundo para siempre.

PAPAGENO
¿Renunciar al mundo?
No, prefiero tomar a esta vieja
a no tomar a ninguna.
Bueno, ahí tienes mi mano,
te seré fiel por siempre


(para sí)

¡mientras no vea a otra más bella!

MUJER
¿Lo juras?

PAPAGENO
¡Sí, lo juro!

(La vieja se transforma en una
muchacha joven, que va vestida
igual que Papageno.)

¡Pa-pa-Papagena!...

(quiere abrazarla)

PRIMER SACERDOTE
¡Aléjale de aquí, joven mujer!
¡Aún no es digno de ti!

(Arrastra fuera a Papagena.
Papageno quiere seguirla)

¡Atrás, digo!

PAPAGENO
Antes de dar un paso atrás,
me tragará la Tierra.


(Se lo traga la Tierra.)

¡Oh dioses!

martes, mayo 06, 2008

Bonsoir


domingo, mayo 04, 2008

Madre...




"Al subir a acostarme, mi único consuelo era que mamá habría de venir a darme un beso cuando ya estuviera yo en la cama. Pero duraba tan poco aquella despedida y volvía a marcharse tan pronto, que aquel momento en que la oía subir, cuando se sentía por el pasillo de doble puerta el leve roce de su traje de jardín, era para mi un momento doloroso porque anunciaba ya el instante que vendría después, cuando me dejara solo y volviera a abajo. Y por eso llegué a desear que ese adiós con que yo estaba tan encariñado viniera lo más tarde posible y que se prolongara aquel espacio de tregua que precedía a la llegada de mamá. Muchas veces, cuando ya me había dado un beso e iba a abrir la puerta, para marcharse, quería llamarla, pedirle que me diera otro beso, pero ya sabía que pondría cara de enfado, porque aquella concesión que mamá hacía a mi tristeza y a mi inquietud, subiendo a decirme adiós, molestaba a mi padre, a quién parecían absurdos estos ritos..."


À la recherche du temps perdu
Marcel Proust




viernes, mayo 02, 2008

El Amor Fálico



Leda y el Cisne
Francois Boucher, 1740


El cisne representa el amor fálico, no es de extrañar pues que el propio Zeus adquiriera este disfraz para seducir a Leda, pues una de las tareas que Zeus se impuso para impulsar su poder por todo el mundo fue la de copular con las diosas anteriores a él, con sus hermanas, con mortales y con reinas a fin de perpetuar su linaje divino. Con Leda tuvo dos hijos Helena y Polux. En este cuadro de Dalí - Leda atómica - podemos ver como precisamente Leda-Gala es casi abducida por Zeus-cisne, mientras unas cáscaras de huevo flotan en el paisaje, cáscaras de huevo de donde saldrán de nuevo recicladas nuevas versiones de Afrodita, cosas del cisne.




Salvador Dalí i Domènech
Leda atómica, 1949
Óleo sobre tela, 61 x 46 cm.
Teatre-Museu Dalí, Figueres

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