martes, marzo 20, 2007

Pequeñas cosas



















El origen de las Fallas es sencillo, una simple quema de desechos de los talleres de carpintería. Así recibían a la Primavera y saludaban a San José, su patrón.


Qué bien vienen esas hogueras metafóricas, ahora ya de PVC y esas cosas. Me quedo con la metáfora: quememos los trastos, fuera polvo, cristales bien limpios, ¡que entre la luz!, abre los balcones, mañana llega la Prima Vera.

2 comentarios:

NoSurrender dijo...

Un día tengo que ir y sentirlo, sí: El fuego atávico y purificador.

Lo haces aún más intenso. Gracias :)

una mujer dijo...

Estás invitado, lo mejor es pasear las fallas en la noche de la plantá, de madrugada, cuando todavía no ha llegado la avalancha de turistas. Los falleros van y vienen con las piezas, el artista da últimos retoques y directrices, poco a poco amanece y San Catalina, frente a la preciosa Iglesia que le da nombre al local, prepara el chocolate con churros y buñuelos.

Estar despierto antes de que los falleros inunden de ruido y pólvora (la despertá) las calles y los hogares.