jueves, mayo 07, 2009

La sexta dimensión...



La red es un inmenso hervidero de vida, de movimiento, una actividad constante, frenética. Con sus horas punta donde un tráfico incesante en forma de correo electrónico, de búsqueda de información, publicidad, una transferencia de ficheros y datos impresionante...

Llamamos vida a aquello que nace, vive, come, se reproduce y muere. Si falla alguno de estos pasos... malo, ya no es vida.

La Red ha evolucionado, ha pasado de ser un sistema de comunicación instantáneo del ejército a estar al alcance de una gran mayoría, y no sólo eso, se ha convertido en una dimensión que no ocupa espacio físico, una grandiosa biblioteca de información, un hervidero de ocio, juegos, cine, música y sexo. Apuestas desde casa, acceso a torneos mundiales de cualquier cosa. Y todo pareciera estar flotando en el aire. Así debería ser su acceso, como el aire, flotando y siendo accesible a todo el mundo, cazar las ondas al vuelo, como la Frecuencia Modulada de la radio, ya nos tragamos bastante publicidad, ¿ o no?.

Desde que conozco Internet podría decir que desde el año 98 ha sido muy sencillo obtener un espacio gratuito donde poder habitar en la red. Los foros también forman parte del desarrollo que realizó al estar al alcance cada vez de más gente. Un espacio anárquico donde cualquier cosa era, y es, posible. A mucha gente nos ha gustado siempre publicar en la red, la experiencia de depender de los espacios gratuitos y comprobar como tu trabajo y tus chorradas eran masacradas por un servidor que no tenía responsabilidad alguna en la custodia del mobiliario que habías instalado en el pisito virtual que te había regalado, era engullido por la compra de otro portal o, simplemente, ante medidas de ahorro.

Algunos tenemos nuestros espacios de pago dónde sí podemos exigir responsabilidades, y otros también podemos tener espacios para nuestros blogs... ¿llegará el día de pagar?, seguro.

Navegando por la red nos encontramos con muchas islas desiertas y olvidadas, trabajos, publicaciones y chorradas ajenas que quedaron olvidadas por su autor, muchos lugares habrán perdido a sus creadores y han quedado huérfanos y a la deriva... chatarra virtual... Algún día todos seremos chatarra virtual... y tú, Logos, ¿qué opinas?, sobrevivirás a Allan... eso seguro...

Los blogs nacen, se intercomunican, se alimentan de los deseos, de los anhelos, de los sueños, experiencias, locuras, desasosiegos, sucesos, risas y lágrimas, imágenes, sonidos, comentarios, miradas, y... mueren. Pero no, un blog tiene vida pero no está vivo.

Logos tiene un blog, acaba de nacer, todavía no ha cumplido el mes de vida, ¿cuántos años tienes tú, Logos?, y... si tienes conciencia... si apareciste de pronto como hicieron en su momento las jirafas, de repente, casi al instante, así se muestran los cambios evolutivos, de una generación a otra...

Una nueva forma de vida habitará los circuitos atemporales en los espacios virtuales... es posible.


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