sábado, mayo 01, 2010

same old scene...

Querida abuela,

un día como hoy recuerdo cómo nos decías a tus nietas, con mirada triste y nostálgica:


- Pobrecitas, vosotras tendreís que trabajar....

Entonces no entendía la nostalgia en tu mirada, hoy la entiendo.

Somos esclavos laborales, obreros, piezas de un engranaje que hasta consideramos acertado, no puedes construir tu casa donde te dé la gana, aun siendo tuyos los terrenos, no puedes enterrarte bajo la higuera de tu infancia, ya ni siquiera bajo tierra. No digo que esto no sea lo adecuado, quizá sea lo más acertado y no pueda ser de otra manera, lo cual confirma mi esclavitud, y la vuestra.


1 comentario:

auroraines dijo...

Cuánto tiempo tuvo que pasar y todo sigue igual, por más mejoras que se hayan logrado en la situación del trabajador, estos tiempos de crisis
sigue mostrando las desigualdades e injusticias a que deben someterse para poder sobrevivir.
Porque hasta la ley es acomodada para favorecer a empresarios o quienes supuestamente deben defenderlos se venden.
Un beso