Pues...

Por donde comenzar...

Por el viaje de esta mañana, el romance de dos opel negros en la A3...

o...

... la vuelta al trabajo, a la frialdad de la empresa y al calor de los compañeros...

¿Sabes?, una de mis funciones es notificar a los miembros de mi equipo sus sanciones, sus faltas, sus periodos de prueba no superados... En casi dos años sólo he tenido que notificar una sanción verbal, pero el ambiente se está recrudeciendo... Si hoy me llegan a pedir que fuera a notificar o como testigo de esa sanción, me habría negado a hacerlo.

Así que, estoy reflexionando acerca del momento en que me “toque” esa papeleta amarga a mi. Me informaré claramente de ese deber, y si me acojo a mi conciencia, o al séptimo cielo de las enmiendas, como hacen los médicos y los objetores de conciencia, me negaré.

Si, hay veces que son sanciones merecidas, pero la de hoy no lo ha sido y los catorce días de suspensión de empleo y sueldo de la semana pasada a otro chico tampoco lo ha sido... Si no los quieren que los echen, pero que no los puteen, por Diox

¿Retornan los tiempos de los cuentos de Dickens? ¿Revolución industrial?, si, pero en otros lugares... lejanos... baratos, muy baratos... slave, eslavos, esclavos...

.... esclavos de las hipotecas, de los prestamos, de las tarjetas de crédito para soñar en el presente, viajar, comprar, estáis locos, todos menos yo, claro, je. Con cada sueño que compráis vendéis vuestra libertad presente y, peor aun, la futura...

¿Cómo escapar de la puta empresa?

uhm....

................ ommm...... Rama .... om

Y... mientras pienso en esto muy seriamente, iré haciendo propuestas de mejora más... realizables, menos utópicas...