viernes, junio 15, 2007

Al Filo de la Locura - "Prólogo"



Puedes alcanzar un gran éxito en tu vida, puedes tener estudios, cultura, incluso ser rico, acumular experiencias, viajes, destinos, puedes tener amigos, enemigos, jardín, biblioteca. Puedes encontrar un tesoro, una pieza romana, un hueso de un hombre ancestral. Puedes ver las obras de arte que nos dejaron los genios, leer miles de historias, conocer medio mundo o el mundo entero, incluso viajar a la Luna. Puedes salvar una vida, darte un baño en el mar, pasear por una alfombra de otoño en un bosque, en un parque, puedes bañarte bajo la lluvia y confundir tus lágrimas con ella. Puedes tener un perro, un gato, loro, peces, puedes beber un vino de doscientos euros, incluso más, puedes tener joyas, brillantes, diamantes, un coche veloz. Puedes navegar, mirar hacia atrás y ver como desaparece la estela y siempre es nueva. Puedes sorprenderte con el vuelo de unos peces saltando, deslizarte por una cueva... volar entre nubes... De qué sirve todo si no tienes una mano a la que guiar o dejarte guiar, sin miedo, con fe, con amor.


Madrid, una mujer, sola.


¿ Recuerdas a Colin¹ ?

" Yo quiero enamorarme, tú quieres enamorarte, él quiere enamorarse, nosotros queremos.... ".

Todos los días veo parejas buscar sus labios, lo hacen incluso mientras hablan, no se molestan por ser interrumpidos en su charla por esos besos que se regalan continuamente, siento una envidia mortal cuando los veo, en el metro, en la esquina de casa, en el postre de su comida. Una mano furtiva rozando las nalgas de su chica. ¿Por qué yo no puedo amar?, ¿Por qué ellos si y yo no?, no tengo la respuesta y no la encuentro en ninguno de mis bolsillos. Sin amor estamos vacíos, el amor es lo único que llena de plenitud una vida, estamos hechos para amar y compartir, aunque sólo sea por un tiempo, un instante, un segundo. Es lo único que merece la pena, morir sin amor debe ser tan brutal que exijo una oportunidad de regreso para poder untar el alma de ese amor verdadero. Sé de qué hablo, lo he sentido, pero nunca se quedó a mi lado. Al menos fue mío el tiempo suficiente para poder darle valor y carácter a ese recuerdo y poder guardarlo como un tesoro para sacarlo de vez en cuando y disfrutar de una gota de su aroma como si del mejor perfume se tratara.



¹ [Colin] - Boris Vian, « l'ecume des jours »

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